Aeronaves, una debilidad por la que Romero no escatimó en gastos

Además de sus viajes al exterior, tema del cual trascendieron detalles, el ex gobernador, Juan Carlos Romero, enfrenta una dura acusación penal por las aeronaves que posee y el hangar que se adjudicó.

Justicia 26/03/2015

En la causa abierta por el delito de enriquecimiento ilícito, que la Fiscalía de Delitos Económicos Complejos sigue en su contra, Romero figura, según el último informe de la Administración Nacional de Aviación Civil, como piloto de un avión LV Bou, aeronave que junto a un helicóptero LVYRC, figuran como propiedad de la empresa Avión Sur S.A., de la cual el senador nacional es accionista mayoritario.

La adquisición de estas aeronaves, según la investigación penal en su contra, es otro de los grandes escollos que tiene Romero para explicar el enriquecimiento que experimentó durante su paso por la función pública, y en parte, explica por qué el senador nacional no quiere presentarse a indagatoria.

Al verificar la relación de Romero con estas dos aeronaves, la fiscalía remitió un pedido de informes al ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil), organismo que confirmó que el avión LV-BOU se trata de un Learjet, modelo LJ45, serie 50, figura inscripto bajo el artículo 42 del Código Aeronáutico a nombres de la empresa Avión Sur. S.A.

Idéntica situación sucede con el helicóptero LVYRC, el cual corresponde a una aeronave marca Bell, modelo 407. A esto cabe sumar el hecho de que la empresa Avión Sur S.A. se trata de una sociedad en la que Romero es dueño del 51 % de las acciones que la componen, información financiera que aparece incluida en las declaraciones juradas de Romero.

Para la Fiscalía de Delitos Económicos, Romero no contaba con este avión y el helicóptero antes de asumir su primero período como gobernador, en el año 1995. En vista de ello, se considera que la inversión hecha por el ex gobernador para la adquisición de estas aeronaves fue multimillonaria.

Respecto al avión, la investigación penal logró establecer su valor estimado en cifras que oscilan entre los 5 y 10 millones de dólares, según una consulta hecha a sitios web especializados en la compra y venta de aeronaves. En cuanto al helicóptero, en tanto, el mismo fue tasado en una suma no menor al millón y medio y no mayor a tres millones de dólares.

El dinero para la adquisición de ambas aeronaves, según se sospecha, fue obtenido por Romero de maniobras fraudulentas cometidas en perjuicio del estado provincial, el cual, como gobernador, administró a su antojo por doce años.

Esto surge no sólo de la hipótesis, sino de las propias declaraciones juradas de Romero, documentos en los cuales el ex gobernador presentaba su situación financiera como si se tratara de un jubilado, con una caja de ahorro en la que apenas tenía guardada la ínfima suma de 45, 51 pesos.

Más que una afición

Su adoración por las aeronaves llevó a Romero a no sólo hacerse de dos lujosas y costosas aeronaves durante su paso por el estado provincial, sino también a gozar de otras pertenecientes a la Provincia, como el helicóptero del Servicio de Emergencia 911.

Las denuncias públicas por el uso personal que Romero hacía de las aeronaves del estado cundieron en los últimos años de su tercera gestión como gobernador, aunque recién en 2012 salieron a luz pruebas contundentes del uso irregular de bienes estatales por parte del ex gobernador.

Fue en diciembre de 2012. El entonces dirigente del Movimiento Libres del Sur, Carlos Morello, denunció a Romero por usufructuar el helicóptero del 911 a mediados del año 2007 para ir de pesca junto a otros ex funcionarios y amigos.

Aquella denuncia habría quedado sólo en retórica, como sucedió con la acusación de que Romero uso el avión sanitario para viajar a Brasil a presenciar una carrera de la Fórmula Uno, de no ser por una serie de fotografías que Morello hizo públicas para fundamentar sus acusaciones.

Con un gorrito de pescar y un uniforme, muy a loa europeo, Romero y su amigo y ex secretario de Seguridad, Gustavo Ferraris, a quien luego designó como juez de Corte antes de abandonar el poder, fueron retratados junto a un “Dorado”.

La fotografía, como dice el dicho, hablaba por sí sola. Romero aparece feliz, sin ningún tipo de remordimiento o preocupación por el hecho de haber utilizado para tal fin una aeronave que no sólo no era suya, sino que se trataba de un helicóptero reservado para emergencias.

Según lo informado, las fotografías fueron los días 5, 6 y 7 de julio de 2007, y en el trasfondo del acampe de los pescadores, se podía ver claramente el helicóptero del 911, marca BELL 412EP, matrícula LV-ZXQ, equipado con un sistema sanitario de última generación y forma parte de la Dirección General de Aviación Civil de Salta.

Para esta jornada selecta, Romero voló hasta un hermoso escenario natural: el río Bermejo. Aunque el tramo superior de este río se encuentra en Bolivia, la mayoría de su recorrido y cuenca pasa por Salta. Para esta ocasión, el ex gobernador se posó en un paraje fronterizo denominado Media Luna. 

La travesía tuvo todos los condimentos de un jeque árabe, pues la delegación contó no sólo con el helicóptero, amigos obsecuentes, sino también un bote y hasta el cocinero personal del ex gobernador. Pese a las claras evidencias de un delito, Romero, lejos de ponerse colorado, jamás brindó una explicación de aquel viaje de pesca, propio de aquellos que se creen impunes.

Fuente: www.informatesalta.com.ar

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