Es una estimación del Observatorio de la Deuda Social, que tomó como base los datos de ingresos del INDEC. El dato oficial se conocerá en septiembre.
Al incremento de la desocupación y la subocupación hay que sumarle otro dato negativo: aumentó el trabajo informal.
La pobreza infantil en la Argentina aumentó a su nivel más alto en la década.
Con la crisis cambiaria y la inflación, sus ingresos quedaron otra vez por debajo de la línea. Los niveles de pobreza e indigencia volverían a valores de inicios de 2016.
El Barómetro de Deuda Social de la Infancia de la UCA, aseguró que el 48,1 por ciento de los niños argentinos vive en condiciones de pobreza y el 33,8 por ciento desayuna, almuerza y merienda en comedores escolares o de organizaciones barriales.
Para el Observatorio de la Deuda Social, sin embargo, el dato "más preocupante" es el crecimiento de dos puntos porcentuales de 2016 a 2017 en la cantidad de habitantes en esa situación.
Datos de la Universidad Católica Argentina indican que el 31,4% de la población está bajo la línea de pobreza y el 5,9% es indigente. En el conurbano bonaerense el número es mayor y llega al 37,4%.
El indicador multidimensional de la Universidad Católica Argentina alcanza al 58,7% de la población menor de 17 años; se trata de 7,6 millones de niños y adolescentes en el país.
Se conoció el último informe de la Universidad Católica. Entre 2015 y 2016, el índice subió de 29% a 32,9%. En un año hay 1,5 millones más de pobres.
Fueron las declaraciones efectuadas por el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo.