En avenida Artigas al 300 se encuentra el “canchón municipal”, lugar donde quedan los automotores y motocicletas que fueron secuestrados. Lo cierto es que hoy tiene una realidad que debe ser atendida, aunque sea en el mediano plazo: está colapsado.
Lo que sucede es que hasta hace unos años había tres canchones municipales donde se depositaban los automóviles y motos. Pero hoy quedó solo el de avenida Artigas y los procesos adquieren otra dinámica.
Jesús Benavidez, jefe de división encargado de depósito, contó que actualmente hay 539 motocicletas y otros tantos automóviles que hacen que vaya quedando poco espacio.
Los rodados que tienen alojados son desde el año 2020 hasta la fecha. Si bien la Procuración va pasando a los autos a la compactación el proceso está dando acumulación de vehículos, y cuando eso pasa todo se complica. También se están rematando motocicletas, pero nunca es suficiente.
El secretario de Movilidad Ciudadana, Gilberto Pereyra, planteó que los procesos de compactación de vehículos retenidos avanzan en forma paulatina con el trabajo legal que se desarrolla desde Procuración municipal y "permiten descomprimir playas de secuestros", pero advirtió que "la acumulación de vehículos en cualquier lugar destinado a estos efectos siempre excede la capacidad de los predios".
También hay casi treinta autos abandonados en la vía pública que fueron recogidos por personal municipal. La actual intendenta inició una campaña para "limpiar" las calles de vehículos que ya formaban parte de la basura urbana.
Si luego de la notificación, no retiran y/o acondicionen el vehículo abandonado en la vía pública, quedan al resguardo por 90 días en el canchón, y finalmente pasan a la compactación.
Hasta la actualidad la presente administración supera los 500 vehículos retirados de las calles de Salta. Todo este proceso deja un tiempo que se vuelve peligroso dentro del canchón.
Robos
También pidieron más iluminación porque la existente es muy poca. La gran problemática que tienen es la cantidad de delincuentes que ingresan al predio de noche, cuando no se ve nada, para sacar las autopartes de los vehículos.
"Estamos muy expuestos a los delincuentes, porque no tenemos luz ni nada", dijo Benavídez. El municipal dijo que otro problema que tienen son las alimañas, entre las que se destaca la enorme cantidad de ratas que huyen del cementerio y encuentran guarida en los vehículos del canchón.
"Ya pedimos fenelina, y si bien nos dan, nunca nos alcanza. Además de las ratas del cementerio necesitamos el químico para espantar a las avispas que se instalan en los autos y en las motos. Regularmente pedimos la asistencia de los bomberos, pero no pueden venir tan seguido. El control de estas plagas es fundamental para la salud de los trabajadores y de los vecinos que viven cerca", declaró el encargado al El Tribuno.
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