Sociedad05/09/2014

El mal estado de los espacios verdes, un reclamo constante

Espacios verdes se llaman, pero no tienen pasto o está seco, además de muy pocos árboles y ninguna flor. Sí cajas de vino, botellas rotas, papeles. La responsabilidad es de los vecinos que no cuidan.

Esa descripción se corresponde con el estado en que se encuentran la mayoría de las plazas de la zona norte y sur de la ciudad. La diferencia entre ellas está en el interés de los vecinos por su cuidado y preservación. Hay espacios que se mantienen en buenas condiciones pero no es la característica predominante. Sin embargo hay muchos vecinos preocupados por tratar de conservar el único espacio verde para esparcimiento para la familia. Cuando hace unos días El Tribuno publicó un informe sobre el gasto, de más de $21 millones, para refaccionar los paseos peatonales del microcentro, los vecinos consultados consideraron prioritaria la recuperación de las plazas por el deterioro en que se encuentran.

"Los juegos están arruinados y encima los pusimos nosotros. Nos cansamos de hablar con la Municipalidad que nunca ayudó a mantener el lugar. La plaza la hizo mi vecino y solo él la cuida", contó Lisandro Vazquez, que habita en el barrio Santa Ana I. Una situación similar describe Fernando Corimayo, de Castañares: "A la plaza no la cuida nadie. Tratamos pero no se puede sin ayuda de la Municipalidad. El centro de la ciudad y la plaza son lo que único que importa. La gente se droga y toma en la plaza".

Mientras Fernando describía su plaza, un grupo de niños jugaba a la pelota en ese lugar. Hamacas en estado deplorable, un canasto de basura roto y residuos en el piso que ya no tiene ni rastros de césped, mientras dos hombres de buena voluntad trataban de acondicionar canteros con algunos plantines allí, en Castañares. "Nosotros mismos cuidamos la plaza. Tuve que llamar a la prensa porque si no no la limpian. Hace 34 años que estamos acá. Antes, había un cuidador que cobraba $30 por mes para cuidar el lugar, pero ya no está", expresó Juan Héctor Vallejo.

En la ciudad de Salta hay 400 hectáreas de plazas y plazoletas. El mantenimiento recae bajo la órbita de la Subsecretaría de Espacios Públicos y la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad de Salta. Por mes, Espacios Públicos gasta $550.000 en tareas de desmalezamiento y limpieza, lo que no incluye refacciones de los juegos ni de la infraestructura básica.

Susana Pontussi, subsecretaria del organismo explicó que los desmalezamiento se realizan una vez por mes, aunque en el período estival sea necesario hacerlo con mayor frecuencia. Según la funcionaria en toda la ciudad solo hay 14 placeros que se encargan del mantenimiento de esos espacios. Aseguró que la presencia de estos evitan "estragos" en las plazas. Sin embargo solo una minoría de éstas cuentan con placeros: plaza Güemes, Belgrano, Alvarado, Monumento a Güemes y Evita, entre otras.

¿Y los responsables?

¿De quién depende el cuidado de las plazas? ¿Qué rol tienen los vecinos? ¿Es solo una tarea de la Municipalidad? ¿Por qué no existe la conciencia de respetar los espacios comunes?

En el recorrido que El Tribuno realizó por la ciudad detectó que si bien son muchas las plazas en mal estado son pocos los vecinos de los barrios que se interesan por mantener estos lugares en buenas condiciones. Los esfuerzos de unos pocos se multiplican para evitar que el abandono de las plazas los deje sin un lugar de encuentro, esparcimiento y recreación. Pero no alcanza cuando se trata de espacios que muchos usan pero pocos cuidan.

Días atrás, la Municipalidad de Salta lanzó la llamada Revolución Verde para incentivar el cuidado de los espacios verdes. Pero ninguna revolución será efectiva si quien la promueve no emplea acciones ejemplificadoras. Los cambios de hábitos implican medidas más profundas que un plan de marketing. La limpieza constante de los espacios, la señalización y las sanciones para quienes ensucian el medioambiente, son elementos que están ausentes. 

Fuente: Diario El Tribuno