Estafa millonaria: Fue un ex juez de la Corte de Justicia quien la descubrió
Se trata de Alfredo Puig, quien era administrador del sucesorio y gestionaba el cobro de sus honorarios. Cuando se dio cuenta de que uno de los plazos fijos en dólares de Vanja Dvornik estaba en cero, alertó a la justicia.
Desde el 11 de marzo pasado, cuando fue detenido el comisario Hugo Alberto Colantuono por una millonaria estafa en torno al sucesorio de Dvornik, la cual se tramita bajo el expediente Nº 461679/14, en el Juzgado de Civil y Comercial 9, poco se dijo sobre el caso.
Días después, el 18 de marzo, la expectativa creció aún más cuando fueron detenidos tres personas más por el hecho: Ricardo Gabriel Fath, gerente comercial de la sucursal del Banco Macro en la ciudad judicial; su hermano Andrés Fath, cabo de la policía y Jesús Ángel Mendoza, asistente operativo de dicha entidad bancaria.
Pese al fuerte hermetismo, InformateSalta pudo conocer algunos detalles del caso, entre los cuales no solamente se advierten aspectos relacionados a la presunta participación de los acusados en la maniobra, sino también otros ribetes que no pasan desapercibido y que abren aún más el abanico de hipótesis.
La misma participación de Puig, en calidad de administrador del sucesorio y las imperiosas gestiones que llevaba adelante para que el Juzgado regule sus honorarios por cuatro años de tarea, en un expediente que podría dejarle al ex ministro de Corte, entre los años 1998 y 2004, entre otros cargos, la importante suma de poco más de 7 millones de pesos, sin la actualización de valores.
Obviamente, y ante semejante monto, era entendible que el letrado, quien supo ocupar varios cargos en la función pública, incluso fue rector de la Universidad Católica de Salta, estuviera preocupado por reunir toda la información relacionada a los bienes, tanto en dinero depositado, propiedades y un vehículo, que Dvornik había dejado sin designar a ningún heredero.
Honorarios
En esa tarea, según el expediente, Puig presentó ante el Juzgado un pedido para que se actualicen lo valores de la fortuna de Dvornik, estimada en poco más de 36 millones de pesos, según la cotización del dólar a mayo de 2019, cuando hizo el planteo como medida previa a la regulación de honorarios, instancia que ya había reclamado.
En esa tarea, Puig, junto al contador Fernando Iglesias, sólo necesitaban una nota del banco Macro respecto a un plazo fijo en dólares del sucesorio. Se trataba, casualmente, de la cuenta en la cual había depositado un monto de U$S 298.652.
En el banco Macro, Vajna Dvornik, había dejado también otro plazo fijo de 312. 012 dólares y una cuenta en pesos por la suma de 706.669 pesos, una parte de la fortuna que dejó tras morir el 10 de enero del año 2014, iniciándose el sucesorio dos años después.
Ante las evasivas de la sucursal Tribunal de esa entidad bancaria, el 5 de marzo pasado, Puig, según la declaración brindada en la causa, se comunicó con el asesor legal del banco, Rafael Gómez Diez, a quien le expresó su preocupación por el dato de ese plazo fijo.
En contestación, Gómez Diez le informó que el plazo fijo en cuestión había sido cancelado el 4 de julio de 2019, a partir de un oficio dictado por el Juzgado a cargo del expediente del sucesorio, por lo que ese dinero había desaparecido.
Esto, obviamente, generó que, al otro día, Puig se presentara en el juzgado a fin de conocer si efectivamente el oficio, del cual ya tenía una copia digital, había sido efectivamente dictado por la jueza Guadalupe Valdés y su secretaria María José Araujo, cuyos nombres y firmas figuraban en el oficio.