Justicia03/11/2021

Chirete volvió al penal de Villa las Rosas tras un turbulenta estadía en Tartagal

Hace tres años Gabriel “Chirete” Herrera fue condenado por el femicidio de Andrea Neri, su novia y madre de su hijo, durante una visita dentro del penal de Villa las Rosas. En ese momento ya estaba cumpliendo una condena de prisión perpetua por matar a su esposa también durante una visita en el penal de Metán en 2006. Luego de recibir una segunda condena a perpetua hizo un rally por las cárceles de Orán y Tartagal, pero finalmente regresó a la capital. 

Según pudo conocer InformateSalta, Chirete llegó ayer a la capital salteña y fue alojado en una celda individual en el penal de Villa las Rosas, allí tendrá su propio baño, televisión y espacio. Aún no se evaluó si tendrá acceso a visitas de familiares, lo cierto es que se trata de una persona con un alto nivel de peligrosidad. 

Una vez condenado se ordenó su traslado a la Unidad Carcelaria de Orán porque los primos de la víctima también están cumpliendo una condena en la capital salteña, es más durante visitas a ellos fue que Andrea Neri lo conoció. El objetivo era evitar conflictos, sin embargo Chirete no tuvo una buena estadía en Orán y debieron llevarlo a Taragal, pero allí se autolesionó e intentó quitarse la vida exigiendo volver a la ciudad. 

Las amenazas, y el daño que se causó así mismo dieron efecto y se montó un importante operativo de seguridad para que regrese a Villa las Rosas. Desde que está privado de su libertad recorrió los penales de toda la provincia y si no se logra adaptar se evaluará su traslado a otra provincia. 

Un caso inédito en la provincia 

Gabriel Herrera es el protagonista de un hecho inédito en la provincia y que obligó a revisar y repensar el sistema de visitas dentro de las cárceles. En 2006 estaba cumpliendo una condena por robo calificado cuando asesinó a Verónica Castro, su esposa y madre de sus dos hijos. 

Fue durante una visita, ella viajó desde la ciudad hasta Metán con sus hijos y su mamá para poder visitarlo, él dijo que tenía fiebre y necesitaba ir a buscar una pastilla a su celda y ella lo acompañó, no volvió más, le enredó en el cuello una remera y la estranguló, después salió y le avisó a su suegra e hijos lo que había hecho. 

Nunca se supo a ciencia cierta porqué lo hizo, la madre de Verónica sospecha que ella le dijo que quería terminar la relación y buscar un mejor futuro para ella y sus hijos. 

Tras ser condenado a prisión perpetua regresó al penal de Villa las Rosas y ahí conoció a Andrea Neri, quien sería su segunda víctima. La jovencita tenía 18 años, iba con su mamá a visitar a sus primos y ahí se conocieron. 

Su primo quiso evitar el fatal desenlace, le advirtió a Andrea quien era Chirete pero ella no logró verlo e intentó que prohíban sus visitas pero no lo consiguió. Incluso el hijo mayor del femicida le envió una carta contándole lo que le hizo a su madre, pero ella tampoco lo escuchó. Esa relación creció al punto de que tuvieron un bebé. 

El 5 de enero de 2017 Andrea fue con el bebé de ambos a visitarlo, pero nunca salió de ese lugar, él la increpó ante una sospecha de infidelidad, le quitó la criatura de los brazos y la puso sobre la cama del pabellón E, donde se alojaba y la mató de 36 puñaladas.