Revelaron cómo fueron los últimos días de la niña wichí asesinada en Rivadavia
El avance de la investigación y las declaraciones por el femicidio de la niña wichi Pamela Julia Flores dejan en evidencia que era extremo el contexto de vulnerabilidad de la víctima. Por el caso que ocurrió en Pluma de Pato, Rivadavia Banda Norte, está detenido un adolescente que era su novio. Al cuerpo de la niña, de 12 años lo encontraron el sábado 15 de enero, pero nadie había denunciado la desaparición.
La última vez que los testigos vieron a Pamela fue el jueves 13 de enero en la casa de su hermano. Allí había una fiesta donde había 7 personas, entre ellas tres menores de edad. La jueza Sandra Mabel Sánchez, de la Sala II del Tribunal de Juicio de Tartagal con competencia en Menores, dijo ayer a El Tribuno que las chicas habían consumido bebidas alcohólicas. “Es una realidad que existe, está muy arraigado el consumo de bebidas alcohólicas en menores en las comunidades”, afirmó la magistrada.
En un momento Pamela se retira y nadie se percata que no estaba al día siguiente. “Una persona ocasionalmente encontró el cuerpo”, detalló Sánchez.
La niña vivía con su madre y unos hermanos en Pluma de Pato. La jueza afirmó que la víctima no tenía contacto con el padre, quien salió a reclamar justicia y que se investigue a más personas que podrían estar implicadas en el crimen.
La autopsia del cuerpo fue compleja, ya que por el extremo calor estaba en avanzado estado de descomposición. El cadáver estaba tirado cerca del ingreso a Pluma de Pato. La niña fue atacada con un arma blanca en el mentón (área derecha) y otra en la región molar, esa herida es la más profunda ya que le tocó una arteria.
La jueza confirmó que encontraron prendas de vestir con sangre en la casa del detenido, pero esperan resultados de los estudios de sangre. En el cuerpo de Pamela no pudieron determinar marcas que indiquen que se haya defendido.
El adolescente implicado no vivía con sus padres, sino con una tía. No trabajaba y había abandonado los estudios. La víctima había terminado la primaria, incluso tenía la remera de la promoción ese día.
“Para mí es importante el contexto donde sucedieron los hechos, hay una realidad que está arraigada”, dijo la jueza. También afirmó que la menor no quería saber nada con ver al padre y que no tenía contacto con él. El padre insistió días atrás en que habría al menos dos personas involucradas. La jueza respondió: “No se descarta nada, pero por ahora la hipótesis es la de femicidio”.
Según los testimonios de la causa, el vínculo de la niña con el adolescente sospechado por el crimen tenía más de un año. “En la comunidad se sabía que estaban de novios”, agregó la jueza, quien dijo que aún espera los resultados de más estudios, que serán claves para el caso.