"Una vez me quiso penetrar, me dolió y grité" relató la víctima sobre los abusos de su padre
En una descripción quirúrgica, la joven reveló cómo sucedió los abusos cometidos por su padre biológico, quien, a su vez, también violaba a su pareja. Por ambos hechos, recibió una pena de 10 años de cárcel. “En casa se hacía lo que él decía”.
Como “lobo con piel de cordero”. Así fue la descripción brindada por la hija del sujeto condenado el 27 de abril pasado por la Sala III del Tribunal de Juicio. En su testimonio, al que tuvo acceso InformateSalta, la joven reveló detalles que la jueza ya había escuchado de su madre, quien también fue víctima de los abusos cometidos por el acusado.
Con cierto rencor hacia su madre, la víctima contó que su padre comenzó a abusar de ella, cuando tenía entre 9 y 10 años. “Iba a tercer grado”, recordó la testigo, quien luego se refirió a cómo eran los abusos sufridos a manos de su padre, quien se esforzaba por mostrarse como una buena persona.
Entre llantos, mencionó que todo comenzó con “toqueteos”, aunque luego, con el paso del tiempo, la obligó a practicarle sexo oral, práctica que el acusado también se lo hacía a ella. Todo sucedía cuando su madre no estaba en casa y se extendió hasta los 12 años.
Como siempre, en estos casos, el elemento utilizado por el causante para obtener la impunidad fue la amenaza. Al respecto, afirmó que su padre le dijo que “si decía algo les iba hacer los mismos a mis hermanas”, algo bastante certero, pues había otras dos niñas más en la familia.
Durante los dos años de abusos, en una ocasión el padre intentó ir más allá. “Una vez me quiso penetrar y cuando lo intentó me dolió y grité”, por lo que el padre le tapó inmediatamente la boca, tras lo cual le repitió la amenaza con la que logró su silencio, al menos, hasta los 15 años, cuando la joven se fue de casa, según conoció InformateSalta.
Al referirse a su padre, coincidió con su madre en que era violento, no obstante, hacia afuera se mostraba amable. “Todos los conocían como una buena persona”, sin embargo, nada de eso era real. “Siempre se hacía lo que él quería, se molestaba por todo; si quería hablar todos hacían silencio”, agregó.
Al respecto, la madre, al dar su versión de los abusos y el tiempo violento vivido con el acusado, recordó que en una ocasión reunió a sus hijos y les aconsejó sobre los casos de abusos. “Si alguien las toca, cuenten a la mamá o al papá, no callen”, siendo que luego terminó abusando de una de sus hijas.
Sobre el impacto que causó el acusado en su vida, en tanto, se mostró con sentimientos ambiguos, pues, al verlo, siente miedo, por otro lado, también le causa tristeza y que, a su criterio, necesita “terapia”, tratamiento que no hizo, pero en la condena le fue impuesto.
En cuanto a por qué calló los abusos, sostuvo que lo hizo debido a la amenaza y temía que sus hermanas padecieran lo mismo, incluso, cuando ya se fue de su casa, habló con ellas a fin de saber si habían sido víctimas de algún abuso por parte de su padre, pero ambas le dijeron que no.
Enojada
En cuanto a su madre, la joven contó que ella sufría cuando su padre se iba, la veía angustiada, pero también reconoció que fue víctima de graves golpizas y otros episodios de violencia de género, pero, en ningún momento, supo que era abusada, algo que recién conoció después de la detención de su padre.
En un tono llamativo, la joven dijo estar enojada con su madre, a quien le cargó la culpa de sus abusos, pues no la cuidó ni la protegió de su padre. No obstante, sí coincidió en que el acusado dominaba a toda su familia a raíz de la violencia, con la cual infundió gran temor. Esto, sin embargo, fue hasta que el mayor de los hijos creció y lo echó de la casa.
Ahora, a modo de secuela, la joven indicó que tiene un cuidado muy intenso sobre su hijo menor, pues siempre está pendiente de dónde está, con quién y otra serie de cuidados, los que asumió a partir de la experiencia vivida con su padre abusador.
Por su parte, su madre, al declarar sobre los abusos a su hija, también señaló que notaba a su hija distante, rebelde, pero que nunca imaginó que esto podía tener relación con los abusos que su marido cometía casi de manera simultánea con los propinados a ella.