Sociedad06/11/2024

Conocé la historia de David, un mecánico que perdió un brazo en un siniestro y siguió adelante

David Zalazar tiene 44 años, es de oficio chapista y su vida hasta el lunes 14 de octubre, era normal. Estar en su taller en la ciudad de General Güemes, realizando trabajos varios todo el día era normal, pero ese lunes decidió salir en la camioneta de un cliente a realizar unas compras y su vida cambió para siempre, pero decidió no darse por vencido.

Estando en la camioneta a 20 metros del taller habría perdido el control sobre la misma, lo que lo llevó a perder su brazo izquierdo al chocar con un camión estacionado y luego embestir el auto de un vecino. 

A solo dos semanas del hecho y luego de que se hablara de que sufrió un ataque de epilepsia el joven chapista aclaró que no se trató de un ataque de epilepsia. "Dicen que es mi culpa porque me subí a manejar siendo epiléptico. Lo soy, pero siempre manejé y nunca me pasó nada. Este accidente no fue por un ataque epiléptico, yo todavía no le encuentro explicación".

Hoy, a dos semanas de ocurrido el siniestro, se reintegró a sus labores con algunas restricciones físicas pero fuerte desde lo emocional "Estoy bien, por suerte el brazo amputado sanó correctamente. Me duele un poco, pero eso no me impide que pueda hacer mi trabajo" explicó David. Con su brazo diestro puede pintar y soldar y el trabajo pesado lo realizan dos ayudantes. "No me deprimí, no me quedé solo en lamentos, sé que tengo que salir adelante. Las cosas me van demandar más esfuerzo pero me voy a ir acostumbrando" dijo el joven de 44 años.

Sobre ese día, David según lo que recuerda, después de entregarle las hojas de coca al vecino, tenía el pie en el embrague. Solo debía conducir 20 metros hacia su taller. No se explica por qué la camioneta salió disparada como si estuvieran pisando a fondo el acelerador. "Tal vez una falla mecánica que trabó el acelerador. No me explico qué pasó. Yo estuve siempre consciente y cuando vi que me estrellaba contra el camión, pegué un volantazo hacia la derecha, pero lo rozó y como mi brazo estaba afuera de la ventanilla, fue arrancado por el paragolpes. Nunca perdí la conciencia y nada pude hacer hasta que choqué con el auto y me detuve contra las rejas de la casa. Sentí un dolor insoportable. Yo gritaba y la boca se me secó; soporté hasta que me llevaron al hospital, recuerdo todo, hasta lo que hablaban los médicos" explicó.

La noticia que cambió su vida 

Zalazar fue compensado en el Hospital Joaquín Castellanos y trasladado al hospital San Bernardo, donde le amputaron los huesos que aún tenía pegado a la parte superior del brazo, totalmente destrozado.  "No era posible reconstruir el brazo. Cuando supe de la amputación, me sentí muy mal, pero lo superé. Ahora espero por una prótesis adaptada para el trabajo que realizo".

Con respecto a los daños materiales, David manifestó que ya mantendrá un diálogo con los propietarios, tanto de la camioneta como del automóvil, para realizar una evaluación y ver qué porcentaje de lo dañado puede ser solucionado en su taller, dijo para El Tribuno.