La victoria de Los Espartanos Salteños
En la jornada del jueves, el equipo de rugby de los Espartanos Salteños, derrotó en la provincia de Jujuy a "los 300 del norte".
El resultado fue favorable para el equipo local, pero tras la victoria deportiva, hay un mundo de esperanzas y ansias de superación.
El equipo perteneciente al penal de Villa las Rosas, se llevó los aplausos en el partido que tuvo lugar en el penal de Alto Comedero, de la mano de la Fundación Espartanos, que funciona en 17 provincias de nuestro país.
Este proyecto se lleva adelante con mucho esfuerzo y la articulación de varias personas, quienes mediante el incentivo deportivo, y los valores de una disciplina como el rubgy, buscan una reinsersión social y laboral de los internos de los penales, desde otra perspectiva.
Según las estadísticas del instituto, con su labor, se logra una disminución significativa de la reincidencia, mejorando la seguridad para todos y dándole la oportunidad de reescribir la historia de muchas vidas.
Su fundador, Eduardo "Coco" Odoriego, visitó nuestra provincia esta semana, mostrándose feliz por los logros, manifestando su gratitud respecto a la cantidad de personas que se unen como colaboradores y se solidarizan con esta misión.
Las personas condenadas por delitos, mas allá de la pena impuesta en proceso judicial, también sufren de estigma social, entendible por el repudio que puede provocar el accionar que los llevó hasta tal extremo, pero la función principal de una condena, muchísimo mas allá del "castigo" por haber desobedecido las leyes establecidas en el código penal, es lograr revertir esa conducta y brindar al interno herramientas para adaptarse de otra manera a la vida en sociedad.
Soledad Sosa, encargada de Los Infernales, nombre local que recibe la fundación en nuestra capital, expresó que también es necesario trabajar con el personal del Servicio Penitenciario para poder lograr buenos resultados. En reunión con la Secretaria de Justicia, Verónica Saicha, hizo saber el trabajo que están realizando y también dejó entrever la necesidad de contar con un pabellón proprio dentro del penal, para poder brindar acompañamiento diario.