Los reyes de Holanda le dieron la bienvenida a Macri

Entre muestras de apoyo y rechazo de manifestantes argentinos, el presidente argentino y su esposa Juliana Awada fueron recibidos con honores por Willem-Alexander y Máxima, al inicio de su visita de Estado al país europeo.

Política 27/03/2017

El presidente Mauricio Macri y la primera dama, Juliana Awada, fueron recibidos con honores por los reyes de Holanda Guillermo y Máxima, en la céntrica plaza Dam de Amsterdam, al inicio de su visita de Estado al país europeo, entre gritos de apoyo y de rechazo de manifestantes argentinos.

Puntuales, como marcaba el protocolo, el matrimonio presidencial y la pareja de soberanos salieron caminando juntos por una de las puertas principales del Palacio Real, situado en la misma plaza, y se dirigieron a un podio desde donde siguieron la ceremonia bajo un brillante sol primaveral.

La banda de la Guardia Real interpretó los himnos de Argentina y los Países Bajos (Wilhelmus), y luego el rey y el presidente Macri pasaron revista a la guardia de honor. En ese momento, una treintena de simpatizantes de Macri comenzaron a corear a los gritos "¡sí, se puede!, ¡sí, se puede!" desde el lado izquierdo del podio, mientras el presidente y el rey iban caminado .

Desde el otro extremo de la plaza, se manifestó otro grupo convocado por la agrupación H.I.J.O.S que gritaron a coro "Panamá, Panamá, la plata donde está" y luego una activista con un megáfono dijo "son 30.000 los desaparecidos, Macri no lo olvides".

Desde el podio, la reina Máxima, vestida con una pollera floreada y un sombrero, y Juliana Awada, quien lucía un vestido y tapado claro, observaron estoicas el contrapunto entre ambas manifestaciones.

La breve ceremonia finalizó con las dos parejas regresando hacia la entrada principal del Palacio Real, donde posteriormente tendría lugar la habitual recepción a las autoridades holandesas y argentinas que acompañan al presidente, entre ellos la canciller, Susana Malcorra, el ministro de Educación, Esteban Bulrich, y el de Trabajo, Jorge Triaca.

Una vez concluido el acto, los dos grupos de manifestantes retomaron con más ímpetu sus cánticos, poniendo en evidencia las diferencias entre los argentinos residentes en los Países Bajos.

Siguiendo con el protocolo, el presidente Macri regresó a la plaza Dam minutos después para hacer una ofrenda floral en el Monumento Nacional, que recuerda a los caídos en la Segunda Guerra Mundial.

El Monumento Nacional, un enorme monolito cónico de piedra blanca de 22 metros de altura, diseñado por Jacobus Johannes Pieter Oud, fue inaugurado el 4 de mayo de 1956, fecha en la que cada año las autoridades rinden homenaje a los caídos.

Macri y Juliana Awada caminaron desde el Palacio Real hasta el monolito, ubicado a menos de 100 metros. A su llegada, la pareja presidencial saludó a las banderas y pasó revista a las tropas, y tras la colocación de la corona de flores, se dio paso a un minuto de silencio y un saludo de honor a los militares. El acto concluyó con música interpretada por una orquesta y con ello también terminaron las manifestaciones de los residentes argentinos.

Posteriormente, la pareja presidencial visitó la casa de Ana Frank, que alberga el escondite donde la niña judía escribió su famoso diario durante los más de dos años que estuvo allí escondida de los nazis junto a su familia antes de ser deportada a un campo de concentración.

"Gracias por trabajar por un mundo mejor", fueron las palabras de agradecimiento que pronunció el mandatario argentino tras recibir un video de la ventana del ático de la casa de Ana como regalo de sus anfitriones, quienes, por su parte, elogiaron al presidente por ofrecer "una ventana de ilusión a mucha gente" en Argentina.

La reina y la pareja presidencial fueron recibidos a su llegada por el director general de la Casa de Ana Frank R.K Leopold, y la teniente de alcalde de Ámsterdam, K.H Ollongren, antes de dar paso a la visita guiada.

El museo, que es uno de los más visitados de Ámsterdam, reproduce la atmósfera de la época logrando que la experiencia de la visita sea conmovedora, ya que permite revivir la historia de la Segunda Guerra Mundial y el holocausto en el mismo lugar de los hechos.

La institución colabora con el Centro Ana Frank Argentina, en Buenos Aires, fomentando la educación de los jóvenes en la lucha contra la discriminación y la violencia.

En el marco de la visita se firmaron dos acuerdos de cooperación entre la Casa de Ana Frank y el Ministerio de Educación, por un lado, y con la Secretaria de Derechos Humanos, por el otro.

Al término del recorrido, Macri y Juliana Awada firmaron el libro de visitas y luego se rubricaron los acuerdos de cooperación.

En ese contexto, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, señaló que el acuerdo es un paso importante para promover el legado de Ana Frank y educar a los jóvenes en la cultura de la tolerancia.

"Ana Frank sabía lo que quería y sus sueños quedaron truncos en un mundo que promovía la intolerancia. Ahora la intolerancia está volviendo, se construyen muros con la intención de separarnos, y el presidente Macri es muy claro en esto de unirnos entre los argentinos y también a los países del mundo para construir juntos un mejor futuro para los jóvenes", dijo.

"Cuando uno se olvida, la historia puede cometer el pecado de los errores de la historia y Ana Frank nos ayuda a recordar una historia de la que debemos aprender", añadió.

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