Milagros ya tiene su silla de ruedas y volverá a estudiar

Milagros Laime tiene 59 años y vive en el barrio Norte Grande, en el sudeste de la capital salteña, con dos hijas y dos pequeñas nietas. En su infancia fue afectada por la polio, enfermedad que ataca la médula espinal y provoca atrofia muscular y parálisis.

Pasó casi 50 años de su vida gateando metro por metro por las calles del centro para poder trabajar y ganarse la vida. Luego, en base a mucho esfuerzo y sacrificio, logró conseguir una silla motorizada, que la ayuda a desplazarse.

Sin embargo, la vida le puso en frente otra dura prueba, quizás, porque Dios le da las peores batallas a sus mejores guerreros. Las baterías de la silla motorizada se acabaron y otra vez volvió a quedar casi postrada.

Su lista de urgencias es larga pero sus fuerzas y ganas de vivir son inmensas. Luchó contra la burocracia, en una pelea cuerpo a cuerpo, hasta que consiguió las baterías, su medio de transporte, sus pies.

Tardó seis meses en volver a transitar por las calles, pero su mayor preocupación, es su prolongada ausencia a clases. Su nombre, Milagros, hace honor a lo maravilloso y prodigioso de la existencia, tal vez, un presagio de que sus deseos se volverían realidad.

Nunca tuvo la posibilidad de estudiar de niña pero cuando la vida le presentó la oportunidad de entrar en contacto con los libros, no le dio la espalda. A los 53 años inició sus estudios y se encuentra cursando el sexto grado. “Sueño con ser abogada”, sostiene.

“Le estoy poniendo empeño, ya me dieron la cartilla para que estudie. Muchos me dicen que soy un ejemplo para los demás, quienes no han estudiado de chicos”, explicó.

Fuente: Canal 11