A Central lo apretaron en Tucumán

Entre amenazas, Central Norte perdió 2 a 1 con Sportivo Guzmán en Tucumán, y el "Juliano" clasificó a los playoffs de cuartos de final del Federal B. El plantel azabache fue 'apurado' por los barras locales en el entretiempo.

Deportes 19/11/2017

Nuevo Diario/ No la pasó bien en Tucumán. El "Cuervo", que presentó un equipo alternativo y con varios juveniles, ganaba cómodamente con gol de Ariel Aranda a los 7' del primer tiempo. Pero en el descanso, un grupo de hinchas de Guzmán ingresó al vestuario portando armas de fuego aparentemente, y amenazó al plantel dirigido por Norberto Acosta para que "no ganen el partido". 

Lo más grave fue que no había presencia policial en el lugar, es decir que los "barras" entraron libremente a la zona de vestuarios.

A pesar de todo, Central salió a jugar el complemento buscando imponerse a esta situación, pero se topó con la complicidad del árbitro Emilio Maguna, que anuló sospechosamente un gol y no cobró un claro penal a favor del conjunto azabache. 

Tras esto, Central se retrasó en el juego y terminó cediendo ante un Sportivo Guzmán que, por medio de Diego Velardez, empató a los 22' y lo dio vuelta a los 36', arrebatándole los tres puntos al "Cuervo", y quedándose con la clasificación.

Alfredo Collavino: “Tenían armas de fuego”

El primero en denunciar públicamente la agresión sufrida en Tucumán fue el colaborador que encabezó la delegación de Central Norte, Alfredo Collavino.

“Unos veinte barras entraron al vestuario, algunos con armas para amenazarnos. Fue un momento muy difícil el que pasamos, no había ni un sólo policía”, contó Collavino a Nuevo Diario.

Luego, el colaborador amplió: “Dos o tres hinchas tenían armas de fuego. Logré salir del vestuario y hablar con la terna arbitral para que manden policías”. Finalmente, Collavino contó que fueron tres oficiales los que acompañaron al plantel, y luego se sumaron algunos efectivos de Infantería, pero los barras ya no estaban en el vestuario. “Vamos a ver en frío qué hacemos”, concluyó Collavino.

Por su parte, el técnico de Central, Norberto Acosta, ratificó las amenazas aunque señaló que si bien “algunos estaban ofuscados, luego bajaron los decibeles y la cosa no pasó a mayores”. Cuestionó que los hinchas “llegaron con facilidad al vestuario porque no había policías. Pasaron por las tribunas, bajaron a la platea y no había nadie en la puerta. Esto no tendría que pasar”.

De acuerdo al técnico,  “no eran más que 10 hinchas” los que entraron al vestuario, e “hicieron el gesto como si tuvieran armas, pero no vimos nada”. Y agregó: “Se fueron y después seguimos jugando como siempre, por suerte a los chicos más chicos, algunos que jugaban por primera vez, no les pesó nada, y seguimos jugando de la misma manera”.

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