La mafia de los colombianos se habría cobrado una nueva vida en Salta

La mafia de los colombianos, quienes se dedican a realizar préstamos usureros a personas de escasos recursos y suelen utilizar la intimidación como método de recaudación, se habría cobrado una nueva vida en la ciudad norteña de Tartagal.

Se trata de Dalma, de 20 años, una sacrificada madre de dos niños, que estudiaba y trataba de salir a flote con un pequeño negocio en el mercado de pulgas.

Según comentó su madre Catalina a El Tribuno, el trágico hecho habría obedecido al asedio y las amenazas que sufría por parte de los colombianos, a quienes les había solicitado un préstamo usurario de 15 mil pesos que no pudo devolver en forma semanal, como suelen exigir los usureros extranjeros. "Lo que pude saber es que Dalma pidió esa plata y como no podía devolverlo estas personas comenzaron a hostigarla", señaló. 

Catalina contó que la joven estaba desesperada por las constantes amenazas de los colombianos. "Mi hija estaba muy asustada, ella había puesto un localcito y por ahí pasaban todas las semanas a cobrarle, pero hacía una semana que no iba porque tenía miedo por las amenazas y las advertencias de esos hombres, ni siquiera iba a clases ni lo llevaba al nene al jardín", recordó la madre.

La mujer, visiblemente conmocionada, recordó que el jueves pasado le preguntó cuánto dinero les debía, pero Dalma no quiso decirle. Recién lo supo luego de su muerte. "En su teléfono tenía los mensajes amenazantes y se los reenvió a otras chicas que eran sus amigas, y también a la pastora evangélica", lamentó.

Catalina teme por la integridad de la familia y sospecha que los usureros colombianos querrán cobrarse de alguna manera el monto del préstamo que solicitó su hija y que no pudo cancelar, por lo que solicitó la intervención de la Justicia y a la policía para que tome cartas en el asunto.