¿De dónde proviene el éxito de Grupo Galeno?

Argentina cuenta con un servicio muy completo y de calidad en cuanto a la medicina privada se refiere. La calidad de la que hablamos es notoria en sus sanatorios, los cuales están dotados de tecnología de última generación, y por medio de los cuales se ofrece a los usuarios una atención de primer nivel en cuanto a médicos, confort y hotelería.

Empresas06/12/2018
galeno

Específicamente los sanatorios de la Trinidad cuentan con la calificación máxima que otorga el ITAES. Solo se hace con aquellas instituciones del sector salud que superan las normas existentes de calidad y que cuentan con la infraestructura y la tecnología exigida que le permita funcionar correctamente.

Una infraestructura sanatoria privada única en Argentina

Con más de tres décadas de funcionamiento, el Grupo Galeno es la única empresa en la Argentina con la mayor infraestructura sanatoria propia, y no en vano ha sido reconocido por el Instituto Técnico para la Acreditación de Salud (ITAES), con el otorgamiento de su máxima calificación para este tipo de instituciones.

En este punto es importante destacar que detrás de toda esta escalada en el mundo médico hay una persona dedicada y muy especial, pero ¿quién es esa persona? Su nombre es Julio Fraomeni, el presidente del Grupo Galeno y Galeno Seguros desde 1985.

¿Cómo logró transformar a esta institución en una de las líderes en la Argentina?  

Todo inició con el deseo de Fraomeni de ser médico cirujano, por eso estudió y apenas a los 23 años se recibió en la Universidad Nacional de La Plata. Un año más tarde ya ejercía como cirujano, especialidad que nunca abandonó mientras que al mismo tiempo desarrollaba su vocación de empresario.

Así se mantuvo un tiempo hasta 1982, cuando comenzó a dar sus primeros pasos como empresario, específicamente en el Sanatorio Quilmes, que por entonces poseía sólo 20 camas y 500 metros cuadrados de construcción.

No pasó mucho tiempo para que con motivo de una severa crisis económica que atravesó la institución pasara a formar parte del equipo directivo.

En aquel momento se fijó como prioridad mejorar la situación financiera, mientras muchos de sus socios se dieron por vencidos en aquel entonces y como medida de desesperación comenzaron a desprenderse de los activos del Sanatorio Quilmes, los cuales Fraomeni fue adquiriendo hasta convertirse en propietario de la institución.

Quién pensaría que al cabo de 11 años, el Sanatorio Quilmes conseguiría el máximo escalafón que el Ministerio de Salud Pública otorga a los institutos médicos que poseen la más alta tecnología y los mejores recursos profesionales: el de Hospital Privado.

Más adelante, en 1997 el médico cirujano Julio Fraomeni le compró al grupo chileno ECSA, la prepaga Ceprimed-Mediplan y con esta empresa entró a participar en el mercado de planes prepago. Una nueva oportunidad se le presentó en el 2001. Esta vez se trató de la adquisición de la deuda de SPM (TIM y Galeno Life), que incluía los Sanatorios de la Trinidad Palermo y San Isidro. En aquel momento su objetivo era muy claro: simplificar procesos.

Su éxito impulsó a Julio Fraomeni a expandir toda la experiencia desde el ámbito metropolitano a toda la nación, es cuando comenzó a abrir sucursales en cada provincia hasta llegar a lo que es hoy.

El Grupo Galeno cuenta con siete sanatorios, siete centros médicos, más de 68.000 profesionales de la salud de todas las especialidades, más de 6.200 instituciones de diagnóstico y tratamiento contratadas, más de 8.200 farmacias, más de 100 sucursales de atención al cliente en todo el país, más de 10.000 empleados a su servicio, así como una central de urgencias y emergencias las 24 horas, los 365 días del año.

¿Y qué hay detrás del empresario y del médico?

El hobby de  Julio Fraomeni es el fútbol. Sí, es un gran fanático de Quilmes y también dedica 14 horas diarias al trabajo, un hábito que posee desde que tenía 16 años, cuando ya era un estudiante universitario.

El médico quilmeño que poco a poco labró su camino hasta convertirse en el empresario más importante del sector, considera que gastar un millón de dólares en una casa de veraneo es una idea impensable y es algo que, según sus propias palabras: “No está a tono con mi personalidad, prefiero invertir en mis empresas”.

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