Reducen la cuota alimentaria a un padre y piden a la madre que aporte

El hombre es policía retirado, se encuentra imposibilitado para realizar cualquier tipo de labor y con su jubilación no le alcanza. Los jueces aceptaron reducir el aporte a la madre de sus pequeños del 50% al 30% de sus haberes.

Justicia 25/01/2019
cuota alimentaria
Foto ilustrativa

Los jueces Adriana Rodríguez y Ricardo Casali Rey, confirmaron un fallo que disminuyó la cuota alimentaria de un padre para sus dos hijos menores. Originalmente y según la homologación de la mediación, la cuota se fijó en un 50% de los haberes del hombre y actualmente, quedó establecida en el 30%.

El hombre cobra una jubilación como policía retirado de la Provincia de Salta y padece una incapacidad que le imposibilita realizar cualquier tipo de labor, por lo que ni siquiera puede realizar ahora los trabajos “extra” que en forma independiente (“changuitas”). Antes realizaba y que le permitían solventar sus gastos personales, en razón de ello su situación económica actual se vio afectada a punto tal de no alcanzarle el dinero que le queda luego de deducida la cuota alimentaria, para vivir dignamente. 

Al respecto, los magistrados sostuvieron que si ambos progenitores trabajan generando ingresos, deviene lógico pensar que la madre, al ser una persona más joven, tenga mayores posibilidades de acceder al mercado laboral. También, que a ella le sea factible poder generar mayores o mejores ingresos a fin de cumplimentar con el deber alimentario.

Originalmente, los progenitores habían acordado una cuota alimentaria del cincuenta por ciento de los haberes del padre, a favor de sus hijos menores, entonces de 7 y 4 años. Tres años después, el padre pidió la disminución de la cuota por la variación en las circunstancias existentes al momento de la fijación.

El fallo también puntualiza sobre la diferencia de edad existente entre los progenitores, que es de 26 años y que deviene significativa, porque “resulta lógico pensar que la mujer, al ser una persona más joven que él, tenga mayores posibilidades de acceder al mercado laboral y le sea factible poder generar mayores o mejores ingresos a fin de cumplimentar con el deber alimentario que, sin perjuicio de saber que se encuentra en cabeza de ambos progenitores, permita satisfacer las necesidades de manutención de los hijos menores”.

Finalmente, los magistrados observaron una dinámica familiar con dificultades de comunicación entre los progenitores, lo cual data de largo tiempo. El equipo interdisciplinario sugirió asistencia psicológica para ambos.

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