Dijeron que les robaron todo, les pagaron el pasaje y ahora serían delincuentes

Días atrás se conoció la historia de Ivána y Diego una joven pareja que dormía en la Terminal de Ómnibus de Salta luego de haber sido víctimas de un supuesto robo de 30 mil pesos en mercadería en Tucumán. Ante esta situación, y estando supuestamente embarazada la mujer ,y teniendo incluso una denuncia por el robo sufrido, nos hicimos eco de su historia y la ayuda no tardó. El viernes viajaron a bordo de La Veloz del Norte rumbo a Tartagal, de donde manifestaban ser. 

Horas mas tarde, una docente que vive en Las Lajitas, contó a InformateSalta que haciendo su residencia en Joaquín V. González, recorría la ruta de lunes a viernes haciendo 50 kilómetros entre una localidad y otra. En ese recorrido vio varias veces a la pareja y un día tuvo la mala experiencia de llevarlos en su camioneta. 

“Yo hacía la residencia, en tres meses me lo crucé cinco veces a ellos y en esas de cinco veces, una vez yendo en mi camioneta los levanté. Me hablaban de que le habían robado en Santiago del Estero. En eso la chica dice que estaba embarazada de seis meses y que le habían robado todo y le dije ¿ pero no tienen algún numero para llamar, algún familiar? - No, no tenemos  nada, somos solos -  y él me decía que él se dedicaba a hacer cintos y billeteras. Entre eso yo charlaba me di cuenta que se dedicaban a robar, y ahí sacó una bolsa y antes de bajarse me exigía que le de $500”  recordó lo que le paso en diciembre.

Haciendo memoria de otro hecho cercano a ella, recordó el caso de un profesor al que se le llevaron un maletín.

“A él le paso que le robaron el portafolio del auto, por lo que hizo la denuncia.Viene este tema de que ellos se dedican a robar, o sea esperando en la ruta haciendo dedo, de esa manera roban y a todos les cuentan lo mismo, los camioneros de la zona no los levantan, ya los conocen” relató.

Lamenta que un comerciante de Tartagal haya caído en sus mentiras y le haya pagado el pasaje y que por culpa de gente así después la comunidad no quiera ayudar.

“Ellos siempre hacen dedo, mi hermana es psicopedagoga trabajaba en Saravia, a 50 kilómetro, y ella siempre se los cruzaba, ellos tienden a irse a los cruces y nunca entran a los pueblos, siempre sobre la ruta y con la misma historia a todos” alertó.