Ideas para volver a clases: cuatro días cada dos semanas durante 3 horas y barbijo desde los 7 años

La jornada escolar en Buenos Aires sería de 3 horas y habrá estrictos controles en recreos y baños. El regreso sería gradual, a partir de mediados de agosto.

Nacional 12/06/2020
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Barbijos obligatorios para los chicos desde los 7 años; ciclos de cuatro días de clases y diez de “descanso” (modelo israelí); jornadas escolares de sólo 3 horas.

Estos son algunos de los elementos que contiene el protocolo para la vuelta a las clases presenciales en el que está trabajando el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Aunque aún no hay una fecha formal para el regreso a las aulas, el Gobierno porteño avanza en la elaboración del protocolo escolar post-pandemia, a partir de distintas “mesas de trabajo” en la que participan el ministro de Educación a cargo Luis Bullrich, epidemiólogos y especialistas en educación, niñez, y espacio y transporte urbano.

Las clases volverían recién a mediados de agosto y, al principio, solo en séptimo grado de la primaria y el último año de la secundaria (5° o 6° según la escuela).

En una segunda etapa se incorporarán los chicos de primer grado y primer año de la secundaria. Y luego, de a poco, el resto.

El ministro Bullrich dijo que el protocolo será presentado dentro de unos 10 días al jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta.

Luego deberá ser autorizado por las autoridades nacionales.

Desde el punto de vista de la organización escolar, la propuesta que más ganó terreno es el modelo israelí. Consiste en dividir a la escuela en dos.

La mitad de los chicos irían cuatro días seguidos, de lunes a jueves.

Después estudiarían en sus casas 10 días.

A la semana siguiente iría la otra mitad del colegio también de lunes a jueves, y luego se quedarían en casa 10 días.

La lógica del método diseñado por científicos israelíes es que, desde que una persona se contagia, el virus puede estar latente durante tres días con muy pocas chances de contagiar.

Entonces, si llegara a pasar que un chico se infecte, al momento de contagiar ese alumno ya estaría en su casa cumpliendo el aislamiento de los otros 10 días.

Y los que vuelvan al aula al lunes siguiente -se habrán cumplido dos semanas-, estaría libre del virus y no contagiarían.

Siguiente este método, la idea es que aquellos maestros o profesores que no pueden asistir en forma presencial por estar dentro de los grupos de riesgo puedan dar clase, en forma virtual, a aquellos chicos que están diez días seguidos en sus casas.

Una de las principales preocupaciones es qué pasará con aquellos chicos cuyos padres tienen que volver a trabajar en forma presencial. ¿Cómo se resolverá la cuestión de los diez días de clases virtuales?

También, ¿qué pasa si algunos padres, por miedo, deciden no mandar a sus chicos al colegio.

Las jornadas escolares presenciales serán bastante más cortas. Nunca más de tres horas.

Tanto el desayuno como la merienda se darán en las aulas, de modo de no usar los comedores.

Los funcionarios de Educación están esperando que desde Salud les digan si está bien que haya 2 metros de distancia entre el pupitre de un chico y el de otro. Si se llegara a necesitar más espacio, se contempla que las escuelas sean divididas en 3 partes en vez de 2.

Los ingresos serán escalonados, cada 10 o 15 minutos.

No se va a permitir que ningún chico lleve a la escuela juguetes o pelota ni nada de la casa que no tenga que ver con las actividades escolares.

Los recreos serán en tandas, con pocos chicos y se instrumentará un estricto control en el ingreso y dentro de los baños.

También falta el visto bueno de salud, pero la idea es que todos los chicos usen barbijos, desde los 7 años para adelante.

Además, los pupitres serán de cada chico.

Y no podrán cambiarse por otro. Además, habrá que garantizar que sea completamente desinfectado de una jornada para la otra.

Lo mismo con todos los elementos de computación. Se deberán extremar las medidas de limpieza, antes y después de usarse.

El transporte es una de las principales preocupaciones.

En el protocolo que se está estudiando se establece que los micros escolares deberán reducir la cantidad de chicos que lleven, y que no deberá haber más de dos chicos por cada hilera de asientos.

Para que haya más distancia entre los chicos, también se usarán espacios públicos que tiene la Ciudad, como museos o bibliotecas. Este viernes habrá una reunión específica para ver cómo se avanza en este terreno.

Otra preocupación es qué pasará con aquellas escuelas privadas que tengan que hacer reformas para adaptarse a las disposiciones sanitarias y no cuenten con el presupuesto. Bullrich dijo que, para esas situaciones, están trabajando en la flexibilización de un crédito especial del Banco Ciudad para llevarlo a una tasa cercana a 0%.

Desde lo pedagógico, no hay avances tan concretos. Lo que se buscará es que la mayoría de los estudiantes completen este mismo año el material educativo correspondiente al ciclo lectivo 2020, sin que pase nada para el año 2021.

Para eso, desde el Ministerios de Educación porteño ya habían firmado una resolución con los contenidos prioritarios de cada grado y año. Todavía no hay definición con respecto a si volverán, o no, las calificaciones numéricas.

Los docentes, directivos y personal administrativa tendrán que volver a la escuela dos semanas antes de que recomiencen las clases para trabajar en la nueva planificación del ciclo lectivo.

En cuatro "mesas"

Para definir todos estos aspectos de la vuelta a clases, el Ministerio de Educación porteño está trabajando en cuatro “mesas”.

La del protocolo sanitario con médicos infectólogos; la mesa de la organización del sistema: con directivos, especialistas, gremios y personal no docente; la encargada de elaborar la propuesta pedagógica para la presencialidad: con especialistas, directivos y docentes; y la del “consenso social para la vuelta”: con especialistas, alumnos, padres, directivos y docentes, gremios y personal no docente.

La mesa del protocolo sanitario está trabajando en el análisis del modelo israelí, las pautas de distanciamiento generales y disposición del aula, las barreras anti-contagio según los niveles, la desinfección de la escuela y rutinas de limpieza, la desinfección de las prendas y efectos personales, y el protocolo en caso positivo de detectar casos de Covid-19 (secuencias de tareas de ejecución automática).

La mesa de organización del sistema está avanzando con la organización interna de las escuelas, limpieza y mantenimiento; el comportamiento esperado de los alumnos, la organización de los docentes en función de la propuesta presencial-virtual, la duración de la jornada, el escalonamiento de horarios de ingreso y egreso, cómo implementar el servicio alimentario, y la capacitación a equipos de conducción, docentes y no docentes.

La mesa de la propuesta pedagógica trabaja en el proceso de nivelación de contenidos, la obligatoriedad o no de la vuelta a clases, la reconstrucción de los vínculos entre los alumnos, cómo serán las evaluaciones, la articulación entre los niveles para que los chicos puedan cerrar el ciclo de la mejora manera, las orientaciones para clases de educación física, laboratorios, talleres, recreos, el rol del recreo y de los programas socioeducativos.

Por último, lo mesa de “Consenso Social para la vuelta” está trabajando sobre qué variables deberían contemplarse para definir la población que vuelve (¿qué hacer con los padres que tienen que trabajar?), la comunicación al sistema y a las familias, las expectativas de los actores del sistema, y cómo trabajar los miedos que puedan aparecer en los alumnos.

Desde el Gobierno porteño también dicen que trabajarán mucho en los aspectos emocionales de los docentes, a través de distintas actividades virtuales de acompañamiento y, eventualmente, con la asistencia de profesionales de salud mental. /Clarín

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