Guzmán señaló que el ordenamiento macroeconómico y productivo está en marcha, y que si se logran superar definitivamente las presiones cambiarias, el proceso tomará otra fortaleza. Para que eso ocurra, insistió, la especulación tiene que terminar.
Entre las frases quizás más destacables y exhortantes que dirigió el Ministro a la cúpula de la Unión Industrial Argentina estuvo la de “ustedes son formadores de opinión, lo tienen que salir a decir en público. Acá no habrá ninguna devaluación. La brecha cambiaria está estabilizada y cuando se cierre el acuerdo con el FMI se reducirá a niveles tolerables”.
La reunión forma parte de una serie de entrevista que el Guzmán pretende mantener con el establishment para transmitir la visión del gobierno y trabajar sobre las expectativas. Incluso, ha trascendido que las reuniones son de agenda abierta y que, por lo tanto, pueden sugerirse variados temas que les preocupen a las partes involucradas en cada una de las reuniones.
En esta oportunidad, el titular de Hacienda estuvo acompañado por el secretario de Política Tributaria, Roberto Arias; el secretario de Energía, Darío Martínez; la nueva jefa de asesores, Melina Mallamace, y el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos.
Por su parte, la delegación empresaria estuvo encabezada por el presidente de la central fabril, Miguel Acevedo (Aceitera General Deheza), con la presencia de los vicepresidentes primero, Luis Betnaza (Techint); segundo, Daniel Funes de Rioja (Copal), y tercero, Guillermo Moretti (Santa Fe). También asistieron Carolina Castro, primera mujer en integrar la mesa chica de la UIA, quien fue subsecretaria Pyme el primer año y medio del gobierno de Cambiemos, y Diego Coatz, economista jefe de la entidad.
“Vos sabés que para nosotros el dólar no está atrasado. Está bien, es competitivo”, dijo Acevedo, ante la evaluación del ministro sobre las fuertes tensiones cambiarias de octubre. Al respecto, Guzmán atribuyó tales tensiones a a la presión de fondos de inversión extranjeros, pero también les transmitió a los industriales su preocupación por el comportamiento especulativo de la mayoría de los sectores empresarios a partir de esa situación.
Entre otras idas y vueltas, otros representantes del sector empresarial le dijeron al Ministro que "ellos debían subir precios con especulación para defenderse de una eventual devaluación". Ante lo que Guzmán aseguró que "no habrá ninguna devaluación".
Finalmente, concluyó en que el año que viene hay que recuperar poder adquisitivo de los salarios y que la industria tendrá que ir por detrás con las correcciones de precios.