El miércoles 31 de marzo al mediodía, Mateo Sosa, de 9 años, cruzaba la calle de la mano de su abuela, cuando fue embestido por un auto que circulaba a gran velocidad y que lo hizo volar casi diez metros. El accidente se produjo en la calle Eva Perón al 4300, en Morón, y quedó registrado por las cámaras de seguridad.
Tras el incidente, el niño fue trasladado al Hospital del Niño de San Justo, donde fue operado de urgencia, pero quedó en estado crítico. Finalmente, luego de tres días en terapia intensiva, Mateo murió durante la mañana del domingo 4 de abril.
De acuerdo con el portal Primer Plano Online le habían diagnosticado “muerte cerebral” y, luego de confirmar que el cuadro era irreversible, fue desconectado del respirador que lo mantenía con vida. Según confirmaron a Infobae allegados a los Sosa, la familia del niño decidió donar sus órganos al Centro Único Coordinador de Ablación e Implante Provincial de Buenos Aires (CUCAIBA).
En el momento de la embestida, el conductor del VW Bora, luego identificado como Nahuel Correa, de 23 años, se dio a la fuga. Horas más tarde, se entregó en la Departamental de Morón y quedó detenido, pero recuperó la libertad 24 horas más tarde.
Según trascendió, Correa se negó a declarar y el fiscal Sergio Dileo, a cargo del caso, pidió su detención al considerar que existía riesgo de fuga del acusado. Sin embargo, el juez de Garantías Gustavo Robles desestimó su solicitud y lo dejó en libertad. Hasta ese entonces, la causa estaba caratulada como “lesiones graves culposas”. Ahora con el deceso del niño se espera que se modifique.
Para la titular de Madres del Dolor, Viviam Perrone, este tipo de hechos no pueden seguirse llamando “accidentes” porque son “evitables”.
“Hace una semana Bruno Sebastián Martín era atropellado por un motociclista haciendo “willy”. Hoy Bruno sigue luchando por su vida. El motociclista está libre. El jueves, una nena fue aplastada por vigas que cayeron de un tráiler que iba a exceso de velocidad. Ella murió y sus hermanos luchan por sus vidas. El viernes dos hermanas murieron en auto cuyo conductor iba tomando alcohol y a gran velocidad. No son accidentes. Se podrían haber evitado. Los hechos viales son la primera causa de muerte entre los jóvenes de nuestro país. La pandemia silenciosa. Se calculan alrededor de 20 muertes por día”, sostuvo Perrone.
La muerte de Denise Nicole Ojeda y Agustina Ojeda, dos jóvenes hermanas de 22 y 26 años, conmocionó a los vecinos de Lanús Oeste. Según reconstruyeron los testigos del siniestro, las mujeres se trasladaban junto a otras cuatro personas en un Audi A1 que impactó a gran velocidad en una columna, ubicada en la intersección de las calles Rivadavia y Viamonte.
De acuerdo a las tareas preliminares de la Policía, se cree que el vehículo transitaba a altísima velocidad en el momento en que el conductor perdió el control.
Defensa Civil llegó a la zona a las 3:45 y en conjunto con los Bomberos tuvieron que recortar parte del auto para rescatar las víctimas que habían quedado atrapadas en la parte de atrás. En ese momento constataron que las hermanas Ojeda habían fallecido en el acto. El conductor, identificado como Demián Osvaldo Pedreira (27), logró bajar por sus propios medios.
Belén Castillo, de 19 años, y Alejandro Weber de 28 fueron trasladados con politraumatismos y fracturas al Hospital Evita.
En cuanto a Mateo Sosa, el niño de 9 años, fue velado este domingo en una cochería de Morón, luego de que su familia tomara la valiente y generosa decisión de donar sus órganos, en medio del dolor por la irreparable pérdida.