Ante la quiebra del Correo Argentino, ¿qué pasará en la sede que funciona en Salta?

En el mes de marzo la jueza comercial María Cirulli presentó una resolución para desmantelar la defensa que trataba de evitar que la quiebra del Correo Argentino S.A. Sin embargo, la Justicia decretó en la tarde de ayer la quiebra de la empresa que perteneció a la familia Macri, y que en 1997 obtuvo la concesión del actual Correo Oficial de la República Argentina (CoRASA), hoy operado por el Estado.

Refiriendo al tema y en diálogo con FM Pacífico, Julio Reifenberg, secretario General de Federación de Obreros y Empleados de Correos Y Telecomunicaciones (F.O.E.C.Y.T.), habló sobre el curso legal que disputa el correo, indicando que fue un proceso tortuoso para los empleados el que se inició en la década del 90 ante el proyecto de privatización de la empresa. 

Se decretó la quiebra de Correo Argentino SA, de la familia Macri

“Ahora la justicia está con la quiebra de la empresa que Macri creó en aquel momento como Correo Argentino”, relata Reifenberg explicando que luego, y ante el fracaso del grupo empresarial del ex presidente, pasó nuevamente a manos del Estado bajo el nombre de Correo de la República Argentina o CORASA. 

“La jueza hizo bien y esperamos que se pueda recuperar algo porque durante la privatización se perdieron flotas entras de camionetas y los talleres que teníamos”

“Ojalá que le saquen todo lo que puedan”, enfatiza Reifenberg. Cabe recordar que corre un plazo de cinco días en el que deberán poner a disposición de la Justicia todos los bienes de la compañía postal.

A estas declaraciones, el secretario general del gremio analizó la situación de la sede que funciona en la Capital salteña. Según expresó, actualmente sortean las dificultades “que tiene toda empresa del interior”. 

“Al interior lo tienen olvidado, hay falta de personal, edificios cayéndose”, puntualiza Reifenberg, aunque reconoce que “en esta última etapa están cambiando un poco las cosas”. Entre esos cambios, el que considera más significativo es el de la descentralización de Buenos Aires. “Ahora vamos a depender de Córdoba, con la libertad de hacer solicitudes sin tener que esperar meses a la gente de Buenos Aires”, ejemplificó.