La escena se replicó en diferentes puntos del país: caravanas, abrazos, cánticos y fuegos artificiales para celebrar la final de la Copa América que ganó la Selección Argentina. La imagen contrastó con los hábitos en época de pandemia. ¿Puede haber un pico de contagios de coronavirus por los festejos?
El velatorio y despedida de Diego Armando Maradona o las manifestaciones fuera del Congreso por la legalización del aborto marcaron antecedentes de dos escenarios similares. Sin embargo, la vacunación enlaza un elemento diferenciador entre ambos contextos.
Si bien es difícil pronosticar lo que podría suceder en un futuro cercano, las herramientas de la ciencia permiten analizar la situación. Con este presupuesto, Clarín le hizo la misma pregunta a 4 infectólogos.
“La aglomeración de gente genera contagios. Esto ya lo hemos visto en julio y noviembre del año pasado. En 10 días (sujetos al tiempo de incubación, aparición de los primeros síntomas, decisión de hisoparse y espera del resultado de la PCR), lo vamos a ver reflejado en la curva epidemiológica. Se necesitaba una alegría, pero sepamos qué precio tiene”, dice Guillermo Docena, bioquímico, inmunólogo e investigador principal del Conicet, preocupado por la falta de distancia y la ausencia de barbijos en gran parte de los hinchas.
Sin barbijos ni distancia social, la alegría pudo más que la pandemia. Foto Juano Tesone
Mario Lozano, virólogo molecular e investigador de Conicet, también considera que toda actividad donde la gente se amontone va a ser motor del aumento de contagios. Y diferencia dos clases.
Por un lado, “si el motor es de un solo día (como fue el velorio de Maradona, por ejemplo) termina provocando un aumento transitorio de contagios que después tiende a retornar al tipo de comportamiento previo (sea de crecimiento o decrecimiento)”. Por el otro, analiza que “las actividades que provocan un aumento constante de infecciones, más allá del hecho puntual, son las que obligan a aglomeraciones o reuniones constantes y día a día (por ejemplo, el transporte público)”.
Jorge Quarleri, bioquímico e investigador principal del Conicet, coincide en que todo escenario que facilite la transmisión del virus es riesgoso: “Sabemos lo que significa la distancia social, el uso de mascarilla, los riesgos acrecentados de exponerse a microgotas y aerosoles (como los cantos y gritos)”, dice.
“La vigilancia de las infecciones y la profundidad con la que se lleve adelante, reflejará lo que podrá pasar”, analiza Quarleri, con la mira puesta en las imágenes de festejos en diferentes ciudades que se dieron aún en ambientes cerrados, principalmente en bares, y “con la participación de personas muy jóvenes que probablemente no estén vacunadas”.
El Monumento a la Bandera en Rosario también fue escenario de las celebraciones por la Copa América. Foto Juan José García
Martín Styjewski, jefe de Internación del Cemic y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) hace el mismo razonamiento. Piensa que toda agrupación de gente, sin las medidas de distanciamiento adecuadas, genera aumento de los contagios.
“Particularmente en jóvenes que son los que aparecen más activos en las celebraciones y están prácticamente sin inoculación”, reflexiona.
Este domingo, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, cuestionó la falta de responsabilidad en medio de los encuentros sociales e instó a “evitar este tipo de cosas” durante la pandemia.
"La verdad que son las imágenes que no nos gustan desde el punto de vista sanitario, si no tuviéramos pandemia serían imágenes hermosas", afirmó en diálogo con radio Rivadavia.
Esta mañana también hubo una gran concentración de gente en Ezeiza para recibir al plantel campeón. Foto Rafael Mario Quinteros
En tanto, fuentes oficiales ratificaron que nadie del Gobierno organizó ni participó de ningún festejo debido a la cuestión de emergencia sanitaria que está atravesando el mundo entero. “Nunca estuvo previsto”, enfatizaron.
En esta tónica, el Presidente Alberto Fernández felicitó al plantel a través de las red social Twitter y evitó visitar al plantel en el predio que la AFA tiene en Ezeiza para no romper la burbuja que el plantel mantenía hace casi dos meses. /Clarín