En el Salón de Grandes Juicios comenzó ayer lunes la audiencia de debate por el femicidio de María Leonor Gine de 70 años, cometido en marzo del 2020. El principal acusado es su nieto, Agustín Morales, de 21 años.
En la primera jornada del juicio, según Salta 12, declararon las cuatro hijas de la víctima, una de ellas es a la vez madre del imputado. También brindó testimonio el padre del acusado y un primo. En los relatos resaltaron los problemas con el consumo de drogas que tenía el imputado.
La tía del imputado, Marianela, relató que se dirigió al departamento de María Leonor Gine porque nadie contestaba las llamadas, ni del celular ni del teléfono fijo, y tampoco cuando junto a su hijo Lucas le tocaban el portero. Fueron al garage y advirtieron que no estaba el vehículo.
Fue su hijo Lucas fue quien ingresó al departamento y encontró a su abuela muerta en la cocina. El joven recordó que había mucha sangre y que la mujer tenía la cara cubierta con un diario.
El policía Nelson Iñigo, quien estaba en el vallado en la avenida, recordó que Lucas salió corriendo, que en un primer momento gritó que su abuela se había cortado las venas pero que después mencionó a su primo como sospechoso. Iñigo subió hasta el departamento y vio la escena del crimen, recordó que en el lugar había un cuchillo con la punta doblada, y que la mujer ya no tenía signos vitales.
Problema de adicciones
La madre de Morales, María José, y el padre, Cristián, también declararon que esperan conocer la verdad respecto a lo sucedido. Dijeron que pese a que le preguntaron al hijo él les dijo que no recordaba nada. Ambos relataron que el hijo empezó a consumir drogas desde la adolescencia. Se enteraron cuando él le contó a la madre y le pidió ayuda para dejar su adicción.
En la oportunidad, indicaron que una de las personas que más lo había apoyado al imputado era su abuela Gine, quien habría decidido que estuviera con ella mientras esperaban internarlo en un centro en Buenos Aires.
La madre dijo que no le daban dinero al joven para que no comprara droga, pero éste vendía sus zapatillas, sus celulares y el padre indicó que llegó a sustraer la batería del vehículo de su abuelo paterno para conseguir estupefacientes. Al menos dos tías indicaron que a Gine se le había perdido antes un celular y ella sospechaba que su nieto se lo había robado, también expresaron que la notaron intranquila pero nunca advirtieron que estaba en peligro.
El padre, la madre y las tres tías que declararon que Gine amaba a su nieto, que tenían una buena relación y no encuentran explicaciones para lo que pasó. Declararon que el joven no era agresivo con ellos ni con la abuela. También el único que dijo que lo visita en el penal es su padre. La mamá relató que lo fue a ver tres veces en las que esperaba de él una explicación pero él le respondió que no recordaba, ella aseveró que no regresó.
Faltaba dinero
Las hijas de Gine indicaron que ella tenía dos cajas fuertes en su vestidor. En una guardaba joyas y objetos de valor mientras que en la otra tenía sus ahorros. María Fernanda especificó que su madre estaba ahorrando para un viaje a España, y que habían contado esa plata antes y tenía alrededor de 20.000 dólares, 9.000 euros y más dinero en pesos bolivianos. Cuando encontraron a Gine asesinada, esas cajas de seguridad estaban abiertas, y se señaló en la audiencia que había un faltante de dinero aunque no se especificó cuánto.