El Black Friday se realizará el viernes 26 y sábado 27 de noviembre. Desde la Secretaría de Defensa del Consumidor instaron a los consumidores a estar atentos en el momento de realizar una compra.
El evento ofrece descuentos y promociones especiales en los locales comerciales y en compras a través de internet en diversos rubros como; indumentaria, calzados, accesorios, automotores y electrónicos, entre otros.
María Pía Saravia, titular de Defensa del Consumidor, resaltó que “durante el Black Friday los consumidores deberán estar atentos, informados, leer la letra chica y el stock del producto, guardar prueba de lo adquirido o contratado para realizar una compra segura o resolver a futuro cualquier eventualidad”.
Recomendaciones:
- Evitar las compras compulsivas
- Por seguridad utilizar la página oficial
- Comprobar con anterioridad los precios para corroborar si hay un verdadero descuento
- Poner atención a comercios que utilizan productos “ganchos escasos”, con descuentos muy elevados para atraer compradores pero al intentar comprar, están agotados y tientan con la compra de productos más caros.
- El precio rebajado debe exhibirse junto al precio antiguo
- Haga respetar los precios, los porcentajes de descuentos, stock de productos y cantidad de cuotas.
- Bajo ninguna excusa de oferta o promoción el comercio puede hacer diferencia en precios de contado efectivo, tarjeta de débito o crédito en una cuota.
- Consultar los plazos de cambio
- Por ley no existen productos sin garantía o derecho a reparación, tampoco es obligatorio contratar garantías extendidas.
- Si se compra por internet, el usuario tiene 10 días para ejercer el derecho de arrepentimiento, comunicando “por escrito” a la empresa que lo devolverá sin necesidad de expresar causa, poniendo a disposición el producto sin uso, siendo el traslado a cargo de la empresa. Las tiendas “web” deben contar con el botón de “arrepentimiento” para anular la compra.
- Guardar publicidades, mails, hacer capturas de pantalla, sacar fotos y dejar constancia de los hechos en el libro de queja, dejando un contacto para que el comercio en un plazo prudente resuelva su reclamo y a su vez esto le sirva al consumidor como prueba para una futura denuncia.
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