El 2 de enero, desde Yeda, Arabia Saudita, saldrán los pilotos en la primera etapa del Dakar, el raid más difícil de todos. Entre ellos, solo uno llegará con el título de campeón: Kevin Benavides. El salteño ganó dos etapas y mantuvo la constancia durante las dos semanas de competencia para convertirse en el primer sudamericano en consagrarse arriba de una moto, la categoría más importante a nivel mundial, en 2021.
Ese título, Kevin lo ganó con Honda. Para el sueño del próximo, Red Bull KTM quiso tenerlo en sus filas para la edición 2022 en la que él sueña ser el primer campeón con dos marcas diferentes. De cara a la búsqueda del bi, el piloto de 32 años habló con Olé sobre las sensaciones, una lesión, el entrenamiento en su Salta natal y más.
-¿Cómo te sentís con tu nueva moto?
Muy bien. He probado mucho esta nueva KTM que se presentó hace un par de meses. A principio de año, cuando firmé con KTM, empecé a girar con la moto del Dakar 2021 y luego cambiamos a la nueva. He hecho muchísimas pruebas y, hoy por hoy, ya me siento cómodo, confortable y seguro. Así que estoy llegando a esta altura de la temporada en muy buenas condiciones, afinando los últimos detalles. Estoy enfocadísimo en el día a día y en seguir trabajando.
-¿Sentís peso por ser el campeón?
-No, de hecho creo que es una ventaja. Al haber salido campeón sé que puedo volver a hacerlo. Entendiendo también que el Dakar es el Dakar, son 15 días en los que pueden pasar muchas cosas, entonces creo que cargarse de presión no es positivo. Además soy consciente de que voy con un equipo y moto nuevos, entonces son un montón de factores. Creo que lo mejor es ir a encarar la carrera como después de un reinicio. Es un recomenzar para mí, con toda la experiencia y maduración que ya vengo de todos estos años. Encarar de esa manera la carrera creo que va a ser inteligente.
-¿Te sacaste la mochila de haber cumplido tu sueño de salir campeón?
-De cierta manera, sí, pero no era un peso, era un sueño más que nada. Al haberlo conseguido sé que lo logré y que lo puedo repetir. Por eso me planteé el cambio de equipo, para ir a defender estos colores y tratar de ser el primer piloto en conseguir la victoria en motos con dos marcas diferentes, que eso nunca sucedió.
-¿Del hombro cómo estás?
-Muy bien. Me caí en mayo, al poco tiempo de firmar con KTM y me operé en España. Tuve una rehabilitación de cuatro meses, bastante rápido, y empecé a andar en moto en agosto. Desde ahí hasta ahora trabajé muy fuerte y hoy el hombro está muy bien, en un 95%. Tengo un par de limitaciones en los movimientos bruscos que en el caso de la moto no necesitamos.
-Llegas a tu sexto Dakar, ¿qué fue lo más importante que incorporaste?
-Uf, son un montón de cosas. Uno, durante el trayecto va aprendiendo, va madurando. En mi primer Dakar era todo nuevo, no sabía absolutamente nada. Había hecho solamente tres carreras de rally. Igualmente esas sensaciones son muy lindas, son increíbles. Uno, cuando va tomando más experiencia, esas cosas ya no te sorprenden tanto porque las conocés, entonces lo podés manejar diferente. Son muchísimas cosas que me hubiese gustado tener en esa primera edición, que sin tenerlas terminé cuarto. Si hubiera tenido la experiencia que tengo hoy en mi primera edición podría haber terminado más adelante, pero de eso se trata. Hay que crecer. La experiencia de saber administrar el día a día. Saber cuándo atacar, cuándo no, controlar las emociones, ser inteligente. Porque al final no es sólo ser el más rápido, hay que saber cuidar la moto, no desesperarse y un montón de factores que influyen para la competencia.
-¿Tenés alguna estrategia planteada para administrar los días?
-Sí. Este año, de hecho la primera semana fue muy exigente, no he salido tan tranquilo. Creo que en la edición 2022 se va a manejar algo similar. Los primeros días va a haber muchos cambios, subidas y bajadas en la tabla de posiciones porque la navegación es difícil la primera semana. Hay mucha diferencia de tiempos, porque depende de si largas atrás o adelante, si te toca abrir, lo cual que te hace perder tiempo. Eso va a afectar, sobre todo al principio, y después para la segunda mitad ya se empieza a hacer un embudo porque se van quedando algunos y las diferencias se acotan. En esa semana es fundamental tener resto físico y mental para poder administrar y apretar lo necesario.
KTM había ganado 18 años seguidos el Dakar en motos. Primero, el estadounidense Ricky Brabec, en 2020, y después, Benavides, en 2021, le cortaron la racha, ambos con Honda. Ahora el equipo austríaco fichó al argentino para volver a la cima.
-¿Sentís esa ficha que te pusieron?
-Obvio, tienen confianza en mí. Es muy raro, yo gané con Honda y ahora quiero hacerlo con KTM, para defender la marca contra la que nosotros estábamos peleando antes. Hay que tomarlo con profesionalismo, tratar de hacer el trabajo en cada uno de los equipos. Con Honda he terminado muy bien y agradezco muchísimo los años en los que he estado. Pero me he embarcado en un nuevo desafío y quiero tratar de hacer lo mismo, de darle el fruto a la marca que ha confiado en mí.
-¿Qué importancia tiene para vos entrenar en Salta con tu hermano?
-Este año hemos viajado muchísimo. Estuvimos en Estados Unidos, Marruecos y Dubai. Los últimos tres meses fueron muy movidos. Me gusta estar en mi ciudad, sobre todo porque aquí puedo hacer todas mis rutinas de entrenamiento físico. Cuando estás afuera se te complica más la parte de gimnasio, aeróbica. La parte de alimentación tampoco es lo mismo. No podés tener tu rutina y tu forma como cuando estás en tu casa. Acá en Salta tenemos unas instalaciones muy cómodas: gimnasio, pista de motos y todo muy cerca, dentro de nuestra casa y taller. Me siento muy cómodo. Me encanta viajar pero me gusta cuando está más separado y no tan junto como fue en este último tiempo, pero era necesario porque teníamos que hacer muchas pruebas. Me sirvió porque recuperé un montón de tiempo que no había estado andando en la moto. Estoy llegando con bastantes horas de esta nueva moto al Dakar y ha sido bueno, pero sí, me gusta tener mi base en Salta. Con mi hermano ahora que compartimos equipo es todo más fácil. Tenemos nuestras rutinas y entrenadores y eso a nosotros nos hace muy bien.
Llega con experiencia
Llegar a lo más alto fue un trabajo de hormiga para Kevin. El salteño arrancó con un 4° puesto en 2016 para luego, en 2018, mejorarlo y llegar 2°. Los años siguientes a bordo de su Honda, el piloto de 32 años llegó a la meta 5°, en 2019 y 19°, en 2020. En total ganó cinco etapas entre sus presentaciones.
Fuente: Olé