El arma que mató a un policía la portaba la misma víctima

En la mañana de hoy el CIF (Cuerpo de Investigadores Fiscales) echará luz sobre la muerte de un cabo de la Policía de Salta: develará cómo falleció Juan Nievas. Aunque, no explicarían qué hay detrás del deceso.

Nievas (33) fue hallado sin vida en el interior de un automóvil instantes después de que protagonizara un grave accidente de tránsito, en la avenida Juan Manuel de Rosas del barrio 26 de Marzo, en el límite con villa Lavalle. Nievas murió al recibir un disparo en la cabeza en la madrugada del sábado, poco antes de la 5.

La autopsia determinó que falleció por herida de arma de fuego. Fuentes de la subcomisaría de villa Lavalle informaron que se hallaron dos vainas servidas en el lugar. Sin embargo, el policía, que trabajaba de civil en esa misma barriada, no portaba arma reglamentaria, sino otra registrada a nombre de un familiar.

Fuentes de la policía consultadas por El Tribuno dijeron que no llevaba el arma reglamentaria porque podría haberse tratado de un policía infiltrado o de alguien a quien se le ha quitado por razones judiciales. También suponen que se la retiraron por razones médicas.

Minutos después de la muerte, personal de la subcomisaría de villa Lavalle recibió un llamado de alerta sobre un accidente de tránsito en la avenida Juan Manuel de Rosas. Según fuentes policiales, rodeando el auto, que colisionó con una moto, se hallaban unas 30 personas, intentando agredir al conductor. El herido, Miguel Angel Rueda (38), domiciliado en el lugar del suceso, en el barrio 26 de Marzo, se encontraba con politraumatismo y presentaba fractura de sus miembros inferiores, por lo que su participación en el disparo es impensada.

En el caso de Nievas surgieron dos hipótesis: la del suicidio y la del homicidio. El hecho todavía está a caratular. La fiscal de Graves Atentados contra las Personas ordenó la prueba del guante de parafina. Después de la noticia camaradas del policía se quejaron porque Prensa de la Policía difundió un parte que trató el hecho como un accidente de tránsito, bajo el título “automovilista falleció en siniestro vial”, aunque la muerte se había producido por una bala.

Hubo muchos testigos

Lo que pasó en la bajada de Lavalle sorprendió a todos.

Unas treinta personas se hallaban rodeando el automóvil cuando llegó la policía al lugar, la mayoría eran
residentes de los barrios más conflictivos del este de esta capital. El policía de civil se hallaba sin vida y sin signos de haber sido atacado por la turba, no fue robado ni su automóvil sufrió más daños que el que le provocó el accidente.

Fuentes policiales confirmaron ayer que el cabo Nievas prestaba servicios en la comisaría 10, sin arma reglamentaria, pero la fuente no aclaró qué tipo de misión cumplía en la dependencia y en su jurisdicción, tampoco dijo si en el momento del accidente se hallaba de servicio.

No trascendió, además, la razón por la que se le había retirado el arma que todo funcionario policial porta reglamentariamente ni por qué el policía llevaba consigo un arma personal. Lo sorprendente es que la Brigada detuvo a una persona supuestamente ligada a una muerte que se produjo con el arma que llevaba la propia víctima.

Fuente: Diario El Tribuno