Luego de una jornada de fuertes críticas y presión en las redes sociales, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) retrocedió en la medida de deportar a Coco y definió que el perro deberá hacer una cuarentena de 10 días en un predio de la Aduana, tras recibir la vacuna antirrábica, uno de los requisitos por el que no lo autorizaban su ingreso al país.
El animal llegó el martes pasado a la Argentina desde Hungría con un ciudadano argentino.
Coco está retenido en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza por las autoridades sanitarias luego de su arribo, según habían consignado, con el certificado de vacuna contra la rabia vencido –ocho días– y sin el resto de la documentación necesaria para ingresar. Por eso, este jueves por la tarde fue inoculado.
El Senasa había evaluado tres posibles destinos (Colombia, España y Hungría) para deportarlo.
La situación del animal se viralizó rápidamente en las redes sociales y entre activistas por los derechos animales con el hashtag #LiberenACoco, por la denuncia de su dueño, Franco Gavidia, que sostuvo que las dos posibilidades que le ofrecieron desde el Senasa fueron la eutanasia del animal o su deportación en 48 horas.
“Acá nunca circuló o se evaluó la posibilidad de la eutanasia. Es algo que mencionó el dueño. La reglamentación marca que en este estado tiene que volver a donde vino”, había dicho a La Nación una fuente del organismo. Y había agregado: “No solo le falta la vacuna, que está vencida, sino que no tiene completa la documentación y todos los certificados que tiene que tener del perro. La verdad que no sabemos cómo hizo para subirse a un avión con el animal”.
Según había referido el vocero, para viajar se requiere un certificado de salud del animal, que se lo desparasite, que tenga todas las vacunas al día y que esté exento de enfermedades.
“Esas certificaciones no estaban completas. La vacunación tenía un certificado, pero estaba vencido hace ocho días. No se puede evadir lo que dice la reglamentación que es no dejar pasar animales en esa situación”, había indicado.
De acuerdo con el organismo, se había evaluado que Coco fuera enviado a España porque el dueño tiene un familiar allá que lo puede recibir. También habían informado que, si bien el dueño residía en Hungría, había salido desde España y había hecho una escala en Colombia. “Se lo estaba reexportando a Colombia por ser la última procedencia, pero el dueño quiere que vaya a España porque un familiar lo recibiría allá. Se está negociando con España para que lo reciba y la aerolínea que lo trajo para que lo lleve”, había detallado el vocero.
Por su lado, fuentes de la concesionaria Aeropuertos Argentina 2000 sostuvieron que Coco se encuentra actualmente en un canil cercano al sector del que salen los vuelos privados. Afirmaron que el animal está acompañado por un veterinario, aunque se mantiene separado de su dueño.