El pasado 16 de junio, el jefe de guardia de la Sub Comisaría de Santa Victoria Oeste, envió oficiales al barrio La Candelaria luego de confirmar un ataque por violencia de género. La víctima se negó a radicar la denuncia, minimizó lo ocurrido, sin embargo la justicia actuó y lo condenó.
Una vez que llegaron al lugar, los efectivos policiales se percataron que la víctima tenía lesiones en el rostro, y manchas de sangre en su ropa e inmediatamente la trasladaron en el móvil hacia el hospital de la zona, y a él a la dependencia policial.
Días después ante la fiscalía, la mujer señaló que ese día habían estado ingiriendo bebidas alcohólicas y festejando su cumpleaños, y que cuando él se quiso retirar del lugar en la moto, ella se lo impidió. Por eso fue que discutieron y él le pegó “dos o tres cachetadas, nada más” según la víctima.
Debido al contexto del suceso, la víctima manifestó ante la fiscalía que no quería radicar la denuncia para no perjudicar a su pareja.
En la audiencia, la jueza de Garantías 1, Ada Zunino, condenó al joven de 19 años a la pena de seis meses de prisión de ejecución condicional por ser autor del delito de lesiones leves agravadas por la relación de pareja previa y por el género, y ordenó su libertad.
El agresor deberá someterse por 2 años al cuidado del Patronato de Presos y Liberados, fijar domicilio distinto al de la víctima y comunicar cualquier cambio. Además, tendrá prohibido acercarse a la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo y a donde concurra, en un radio de trescientos metros. Tampoco podrá ejercer actos de violencia física o psicológica contra ella o su familia.
El joven también tendrá que adoptar algún arte, oficio, industria o profesión adecuada a sus capacidades. Por último, se le prohibirá el uso de estupefacientes y el abusar de la ingesta de bebidas alcohólicas, y no podrá cometer nuevo hecho que pudiera ser considerado delito.
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