Un clima de tensión y palabras fuertes, marcó el tercer y último debate entre los dos principales candidatos para las elecciones del próximo domingo, el mandatario Jair Bolsonaro que busca la reelección y el ex jefe de Estado, Luiz Inacio Lula da Silva.
“Mentiroso, ex presidiario, traidor a la patria”, le lanzó Bolsonaro en los primeros minutos a Lula da Silva y le exigió que “deje de mentir”. “Lo que está en juego en las elecciones es el futuro de la Nación. Brasil era una cleptocracia. Lula fue el jefe de una gran organización criminal. No podemos continuar en el país del robo”.
El ex presidente pidió derecho a réplica y devolvió en los mismos términos. “No mienta, miente descaradamente, no es posible”. En otro momento lo trató de descarado, y defendió "los mecanismos" que se pusieron en marcha en su gobierno para transparentar la gestión.
El argumento lo repitió ante el resto de los participantes que también hicieron eje en los escándalos de corrupción y le exigieron a Lula que pida disculpas por esos graves episodios, informó Clarín.
“Es una mentira decir que monté una organización criminal”, le dijo el ex presidente a Bolsonaro. “En lugar de decir eso debería referirse a los desvíos de que son acusados sus hijos, de los robos en su Ministerio de Educación, de la mafia que intentó obtener ventaja con la venta de vacunas contra la covid”, acusó.
"No existe nada contra mi gobierno, deje de mentir, tenga vergüenza", espetó el mandatario que siguió arremetiendo con el micrófono apagado, lo que le valió un llamado al orden del moderador.
Lula giro en todo momento a defender los logros sociales de su gobierno, con la asistencia a los más pobres y las posibilidades de desarrollo. “Fueron los momentos de mayores conquistas, de mayor inclusión en la historia” del país para los sectores más postergados. Entre esos logros mencionó la suba de un 76% en los salarios.
Bolsonaro respondió que nosotros “atendemos a los más pobres. Con el gobierno anterior cuando se conseguía empleo se perdía el Bolsa Familia. Hoy nosotros asistimos a 20 millones de familias que si consiguen empleo no pierden el Auxilio Brasil”. Luego mirando al ex presidente dijo “el gobierno de Lula no tenía respecto por las familias, un gobierno que, todos sabemos, ha liberado las drogas”.
Insistió con el argumento de que “en mi gobierno no hubo corrupción”, y citó que Lula fue condenado en tres instancias por los negociados y el desvío de fondos con la estatal Petrobras durante los gobiernos del PT, vinculando al ex presidente con pandillas.
Ese comentario enfureció al ex mandatario que reaccionó en su réplica: “¿Él habla de pandillas conmigo? Necesita mirarse al espejo y ver qué está pasando en su gobierno. Respeta a quien te está mirando y no mientas”.
Se debe recordar que en las elecciones de 2018, el entonces candidato Jair Bolsonaro fue el más votado, en cuatro de los cinco principales distritos electorales de Brasil: San Pablo, Minas Gerais, Río de Janeiro y Río Grande do Sul. Solo Bahía votó al candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad. Cuatro años después, las encuestas muestran que el jefe de Estado solo supera al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva en Río Grande do Sul.
La diferencia entre ambos es relativamente estrecha en San Pablo y Río, pero con Lula en la delantera. En Minas Gerais, el expresidente tiene una ventaja superior al 10%, y en Bahía, bastión del PT, todo indica que ganará por goleada.
De acuerdo a lo publicado por LaNación, la pelea más fuerte entre los dos candidatos se da en el Sudeste, donde ambos concentraron sus actos y visitas. El arranque de los dos fue en Minas Gerais, estado del que se suele decirse que quien gana en ese territorio es electo presidente. Fue ahí donde Bolsonaro sufrió un atentado en la campaña de 2018. No es un tema matemático, más bien una tradición que se viene cumpliendo en las últimas elecciones.