Lula Da Silva

El ex presidente brasileño salió en libertad pasadas las 17.42, después de 580 días preso. "Le han robado la elección a Haddad", denunció.

Esta sentencia se suma a la anterior, por la que el ex presidente de Brasil y ex líder del PT ya se encuentra en una prisión de Curitiba.

El juez Rogério Favreto aceptó el pedido de hábeas corpus para suspender la condena de 12 años sobre el ex mandatario de Brasil y líder del PT. Casi inmediatamente después el magistrado Sergio Moro anunció que revocará la decisión

Lo dijo Ricardo Alfonsín, quien volvió a la carga contra la cúpula de la Unión Cívica Radical (UCR).

Miles de manifestantes seguían anoche concentrados en respaldo a Lula frente a la sede del Sindicato de Metalúrgicos, en São Bernardo do Campo. El expresidente se atrincheró en la sede sindical y no se entregó en el horario que le había fijado el juez Moro.

El expresidente de Brasil se encuentra desde anoche en la sede del sindicato de metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo.

Condenado ya a prisión en segundo grado por corrupción, Luiz Inacio Lula da Silva quedó ahora con un pie dentro de la cárcel y fuera de las elecciones de octubre, para las que era el gran favorito.

"Hace tres años que la policía investiga y hasta ahora no hay ninguna prueba de mi culpabilidad. Llegará la hora de la verdad y el PT decidirá", declaró el ex mandatario en la mira de la Justicia por la trama de corrupción de Odebrecht

El ex presidente brasileño fue sentenciado considerado culpable por corrupción y lavado de dinero. La sentencia, que podrá recurrir en libertad, amenaza su eventual candidatura a las elecciones de 2018.

La mandataria criticó el proceso de destitución en su contra. "Q uieren que renuncie para evitar echarme ilegalmente", dijo. Y agregó: "Yo no sé lo que va a pasar, pero confío en el espíritu pacífico del pueblo brasileño".

El presidente de Bolivia opinó que el ex mandatario de Brasil, acusado de varios delitos de corrupción, sufre un ataque de "grupos oligárquicos con el apoyo de Estados Unidos".

El expresidente de Brasil estará al frente de la Casa Civil, el cargo más importante del gabinete brasileño. Tomó la decisión luego de una larga reunión con Dilma Rousseff. El cargo le permitirá tener fueros en las causas que enfrenta por corrupción.