Un hombre que mató con un arma blanca al abusador de su hija de cinco años, fue condenado a una pena de prisión menor a tres años y no irá a la cárcel, ya que un jurado popular de la localidad de Bahía Blanca, donde ocurrieron los hechos, consideró que actuó bajo emoción violenta.
"Hacía rato que estábamos esperando esta noticia", sostuvo Fernando Matías Vila, al recibir la noticia sobre el fallo de la Justicia.
El jurado, integrado por ciudadanos comunes, acompañó la postura de la defensa oficial entendiendo que el acusado había actuado bajo los efectos de una emoción violenta cuando el 20 de octubre de 2019 mató a puñaladas a José Dagoberto López Uribe, en el interior de una vivienda ubicada en El Resero al 300, en Bahía Blanca. La fiscalía, en tanto, propiciaba que al encausado se lo condenara por homicidio simple, que prevé una pena de entre 8 y 25 años.
Cómo fue el crimen que cometió
"Mi señora acompañó a mi nena al baño que aún estaba en el fondo porque todavía estábamos construyendo. La nena insistía con que le dolía un pecho, mi mujer le empezó a preguntar por qué, si se había golpeado o algo y empezó a contarle", relató el hombre.
Según sostuvo, su familia vivió durante dos años en un departamento que estaba detrás de la casa de López Uribe.
"Ella cuenta que cuando estábamos ahí en varias ocasiones la había tocado, le metía la mano en la ropa interior y esas cosas", continuó Vila.
La madre de la niña le contó a su pareja lo que había ocurrido: "A mí se me nubló la vista. Agarré la moto que tenía en ese entonces, me fui a la casa del tipo, y lo encaré. Ahí pasó lo que pasó".
En el debate el hombre dijo que su reacción sobrevino luego de enterarse del abuso que había sufrido la menor. En ese estado tomó un cuchillo y fue a la casa del abusador. Aunque aclaró que "no podía recordar lo sucedido". Tras regresar a su casa, se entregó en la comisaría porque "sabía que algo malo había hecho".
"Les dije que había lastimado al violador de mi hija, me metieron en una oficina y fueron a la dirección que les pasé", relató.
Y continuó: "Cuando volvieron me trasladaron al calabozo y uno de los policías me dijo que ya estaba muerto".
Fernando Matías Vila aseguró que se arrepiente del crimen que cometió. "Hace tres años que vengo viviendo un calvario. Perdí mi trabajo y con la pandemia tampoco pude encontrar trabajo", expresó el hombre que actualmente trabaja como albañil, que es el único ingreso que posee la familia.
Por último, al ser consultado sobre el estado actual de su hija, puntualizó que "todavía sigue mal". "Tratamos de apoyarla en todo pero igual no va a los cumpleaños y con los chicos del barrio tampoco se junta", añadió.
No obstante, sostuvo que tuvo que dejar de recibir asistencia psicológica porque no pudieron seguir pagando.