La suba constante de precios afecta a varias familias que apenas pueden llevar un plato a su hogar, los comedores que quintuplican esta acción, están angustiados ya que ven el cierre como un final inminente.
Ni comer arroz y fideos se puede, que son los básicos que uno posee en su casa, ni hablar de la posibilidad de sumar carne a la mesa de los comedores, afectados por la inflación y devaluación que atraviesa el país.
Desde el comedor “Comiendo Juntos” su referentes Noelia Peralta, comentó a El Tribuno, sobre la odisea en que se convirtió brindar un plato, llegando a pensar que cada uno de ellos puede ser el último.
“Ya no llegamos ser ni indigentes” decía Peralta, mientras aseguraba que el aumento en la tarjeta Alimentar no sirve por la suba constante de precios “un kilo de carne te sale $8 mil, $9 mil, el azúcar $1500, ya ni fideo que está a mil pesos y ni hablemos del arroz”.
Uno de estos lugares que brinda un plato caliente fue Sembrando Futuro de Roxana Esquivel, que pudo funcionar por cinco años dando asistencia a 200 personas en Floresta. A pesar del cierre continúan acercándose los vecinos esperanzados para saber cuándo vuelven, pero todavía no se rinde Roxana, ya que proyecta un plan con sus cercanos.
El comedor “Soplo de Amor” volvió a funcionar con lista de espera por la creciente demanda, “las ollas se raspan, y cuando ya no hay nada, se comparte” decía Daniela Gutiérrez su responsable, quien agradeció a quienes realizar donaciones para el lugar.
Una de las almas caritativas que ayuda a “Soplo de Amor” siguió colaborando este año, pero como la situación económica es incierta y temible, pudo donar, pero en menor medida.
Te puede interesar
Lo más visto
A tomar nota: Mañana habrá cortes de agua en algunas zonas de la ciudad
InformateSalta
Sociedad
01/05/2024
