Cuando los trabajadores de la agencia de noticias Télam cerraban la edición de este domingo, la Policía de la Ciudad valló las dos oficinas que tiene el medio periodístico en la ciudad de Buenos Aires. “El Gobierno nacional está llevando adelante uno de los peores ataques a la libertad de expresión en los últimos 40 años de democracia. Esta noche (por ayer), los efectivos vallaron los dos edificios para evitar el masivo abrazo e impedir el acceso [de los trabajadores]”, denunció el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreB).
Este mediodía se realizará un abrazo simbólico en defensa de la agencia de noticias, cuyo cierre fue anunciado el viernes por el presidente Javier Milei durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias ante la Asamblea Legislativa. El mandatario argumentó que Télam “fue utilizada durante las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”.
Como parte de la decisión del Gobierno nacional, el sitio web de Télam está caído. “Página en reconstrucción”, reza la leyenda. En la agencia trabajan alrededor de 700 personas, entre periodistas, fotógrafos y administrativos. Esta medida de vallar las oficinas tomó de sorpresa a algunos de los empleados, porque si bien el Presidente había hecho pública su intención de cerrar el organismo desde el viernes no hubo otra información al respecto, contó un cronista al diario La Nación.
La acción policial que tuvo lugar a última hora de este domingo fue presenciada por los trabajadores de la agencia que aún cumplían tareas en el horario de cierre de la edición en Bolívar 531. La situación fue denunciada minutos después por la Comisión Gremial Interna y el Sipreba. Algo similar ocurrió en el acceso a otras oficinas que tiene Télam sobre la avenida Bolívar al 300.
Y no fue todo. En la madrugada de este lunes, los empleados comenzaron a recibir en sus casillas de mail un correo electrónico en los que se los dispensa de prestar su trabajo durante siete días que comenzaron a correr desde el domingo. La nota institucional está firmada por el interventor Diego Chaher.
Tras el anuncio presidencial, referentes de la cultura, de derechos humanos y del ámbito político, sindical, periodístico y de diversos organismos de la sociedad civil manifestaron su rechazo al cierre de la agencia, se solidarizaron con sus trabajadores y resaltaron “su trayectoria y profesionalismo” desde su fundación en 1945.