Días atrás se conoció cómo la justicia resolvió que el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, y otros tres religiosos, cometieron distintas formas de violencia contra las monjas de clausura del convento San Bernardo, ordenando que reciban tratamiento terapéutico y se capaciten en cuestiones de género.
En medio de las repercusiones sobre este fallo y las voces al respecto, el doctor Eduardo Romani, abogado del arzobispo de Salta, reiteró que hay un proceso “totalmente viciado” como también que hay “una agresión gratuita” contra la cabeza de la iglesia católica en la provincia.
Así lo manifestó en diálogo con Nuevo Diario donde primeramente se permitió enfatizar que este es “un proceso totalmente viciado donde se incumplieron las normas básicas establecidas para las cuestiones de género; entendemos que la resolución excede las facultades otorgadas a la jueza Cáceres Moreno, por lo que claramente incumplió con sus deberes”.
Alegando que incluso hubo un prejuzgamiento al inicio de la causa y hasta falta de respeto de la magistrada hacia Cargnello, Romani dijo: “Queremos que se investiga de dónde viene esta agresión gratuita en su contra”.
Esto pensando en el tratamiento que se le hizo al tema, como también que el sacerdote “no sufrió ninguna presión (desde la iglesia), al contrario, sentimos un gran acompañamiento no solamente desde sus pares religiosos y también de la comunidad” para él, concluyó.
“Estamos ante una sentencia nula desde todo punto de vista”