Las empresas petroleras actualizaron el 1 de mayo los valores de los combustibles en un 4% debido a la devaluación mensual del peso frente al dólar del 2% y el aumento del barril del petróleo.
El incremento sucedió pese a que el Gobierno postergó hasta junio la actualización de los impuestos a los combustibles (de $ 61,82 por litro de nafta y $ 42,07 en el gasoil), que iban a entrar en vigencia en mayo y que hubieran generado un ajuste de entre un 3,7% y un 7,4% solo por esa razón.
Así, la nafta súper de YPF en la Ciudad de Buenos Aires -la más barata, con excepción de la Patagonia- quedó en $ 870 por litro. Mientras tanto, en Salta pasó a valer 971 pesos, es decir 101 pesos más cara por litro.
Las diferencias de precios también son marcadas en la nafta Premium que en CABA se ubica ahora en $ 1.074 y en Salta 1.169; el gasoil, $ 918 en CABA y 1052 pesos en nuestra provincia, en tanto que el diesel Premium está a $ 1.167 y 1.245, respectivamente.
De esta forma queda en claro las ventajas que continúa teniendo la Ciudad de Buenos Aires en cuanto a los costos de los combustibles como ha sucedido también desde que se tenga memoria en cuanto a otros servicios como colectivos, gas o electricidad.