“Ro, Ro, Ro, Ro, Rodrigo, ¡carajo!”. El grito precede al inicio de los acordes de una de las canciones más importantes del cuarteto argentino. Se oye junto a gritos de un público enfervorizado y a los primeros sonidos de una cautivante y característica percusión. Es la voz inequívoca de Daniel “La Tota” Santillán, que quedó inmortalizada como prólogo de “Yerba Mala”, el primer corte de “A 2000”, el disco que terminó de llevar a la cima a Rodrigo Bueno, el gran amigo del presentador que murió este domingo a los 57 años.
El conductor de Pasión de sábado y productor musical falleció en su casa de Ituzaingó por causas que aún están siendo investigadas por peritos policiales.
En los últimos años, el presentador de música tropical, que era padre de cuatro hijos, fue acusado y condenado por violencia de género y amenazas, en causas separadas. Además, tuvo problemas de salud y dificultades económicas.
En más de una ocasión, el conductor habló sobre su estado general. En 2017 tuvo su primera internación en un neuropsiquiátrico, al que fue derivado tras ser detenido acusado de robar mercadería en un bazar de Vicente López. Luego, en 2022 contó que tenía bipolaridad y que había intentado lastimarse en medio de una crisis nerviosa, motivo por el cual estuvo internado en un sanatorio privado.
“No solo lo extraño mucho, sino que lo necesito. Ojalá hubiera conocido a mis hijas. Su hijo Ramiro Bueno es un ejemplo. Fue un gran amigo, un gran consejero. Siempre le hizo caso a lo que me decía. Las personas que extraño son él y, principalmente, a mi vieja”, dijo sobre “El Potro” en febrero de 2017, casi 17 años después de la trágica muerte del cantante.
En esa entrevista, se animó a tararear una de las canciones del cordobés. “Me extrañarás, como se extrañan las mañanas sin estrellas”, se permitió balbucear. “Cierro los ojos y escucho su voz diciéndome ‘¿Qué haces acá? ¡Que noche vamos a tener hoy ehh!’”, indicó.
“Llevo tatuada su bondad, su sonrisa y su profesionalismo”, completó en una época en que protagonizaba una obra teatral en Mar del Plata a la que le iba muy bien, pero en la que sufría porque no podía ver a sus hijas Camila y Mia, producto de su relación con Sol Fiasche.
En otra nota televisiva, Santillán contó que conoció a Rodrigo en el año 1991. ““Me regaló mis primeros zapatos de charol”, recordó. Y sentenció: “Para mí era mágico arriba del escenario”.
“Rodrigo vendía 30 shows, explotaba con La Chica del ascensor”, comentó, en referencia a uno de los temas que, según el conductor televisivo, levantaba a los fans mucho antes de sus 13 presentaciones en el Luna Park.
También contó qué sintió luego de la muerte del artista cordobés en el año 2000. “Cuando se acabó Rodrigo yo seguía trabajando, pero perdí un amigo. Me costó muchísimo superarlo, yo tenía 35 años”.
“Lloraba pérdidas, la de mi mamá también que se murió de cáncer a los 4 meses. Perdí a un amigo y a mi madre”, graficó.
Quizás como un capricho del destino, en la última publicación de Instagram de “La Tota” se ve una imagen de Rodrigo y un deseo de feliz cumpleaños. “Siempre estarás en el corazón de la gente”, le escribió en mayo de 2019.
Un usuario de esa red social utilizó esa misma imagen para enaltecer esa relación de amistad con Rodrigo. “Que en paz descanses tota!! Te vas a reencontrar con el potro!", remarcó.