La inflación finalmente perforó el 4% y, tal como aproximaron las mediciones privadas, con todas las regiones del interior del país, salvo la Patagonia y GBA, por debajo del nivel general de 3,5%, 7 décimas por debajo del IPC de agosto.
La sorpresa sobrevino, sin embargo, por los motivos detrás de esa nueva y ansiada caída. Desde que se anunció el recorte de 10 puntos a la aplicación del impuesto PAIS, que pasó el mes pasado de 17,5% a 7,5%, tanto en el equipo económico como entre los analistas se le atribuyó a esa reducción un rol preponderante en el retroceso de la inflación. Sin embargo, las estadísticas difundidas por el INDEC señalan algo diferente. La baja impositiva apenas tuvo impacto en el índice.
Si bien en Economía esperaban una reducción de al menos medio punto por ese recorte, lo cierto es que la inflación en bienes, la categoría donde debería haber impactado la reducción de la carga impositiva a las importaciones y a los fletes, apenas se movió: en conjunto, la suba de precios de los bienes fue en septiembre 3%, unos 0,2 puntos porcentuales por debajo del registro de los meses anteriores.
“La inflación de bienes se mantuvo relativamente estable versus meses anteriores (3% vs 3,2%), a pesar del impacto esperado de la reducción de 10 pp del impuesto PAIS. La desaceleración vino más por el lado de los servicios”, advirtió el director de Outlier, Gabriel Caamaño a Infobae.
Sin embargo, aunque tal vez con un efecto más moderado que el previsto, los precios regulados se ubicaron por encima de la inflación general, con una suba de 4,5%, lo que hace que el ajuste de tarifas siga siendo el principal motor de la inflación. A pesar de eso, según señaló el economista Iván Carriño, “la inflación baja a pesar del ajuste de tarifas” ya que, por ejemplo, el rubro “vivienda, agua y electricidad” anotó una suba bien por encima del IPC, de 7,5% el mes pasado.
Más allá de la reducción hasta alcanzar el nivel más bajo desde noviembre de 2021, el costado luminoso de la estadística difundida hoy por el INDEC es la perspectiva hacia adelante. Por un lado, el ministro de Economía, Luis Caputo, decidió a partir de ahora avanzar con pie de plomo en el ajuste de tarifas, cuyo incremento se fijaría por debajo de 3% en los próximos meses. Eso moderaría la presión que ejercen los precios regulados sobre el índice general.
Por el lado de los bienes, la noticia positiva es que si bien la baja del impuesto PAIS no tuvo mayor efecto en la medición del mes pasado, eso deja amplio espacio para que el impacto se haga sentir en los próximos meses. Esto porque lo que se importó el mes pasado con la reducción del impuesto ya incluida en el costo todavía no llegó a las góndolas y vidrieras, donde lo que se vendió mayormente fue el stock. Claro que existe la posibilidad de que, en rigor, en vez de llegar a los precios como una baja, el efecto de la menor carga por el impuesto PAIS en definitiva haya contribuido a la recomposición de márgenes por parte de las empresas. Aun así, es una presión que quedó liberada lo que podría ser más marcado a partir del mes próximo.
“Puede que los precios no bajen pero seguro que tenemos un motivo menos, y relativamente importante, para seguir subiendo”, admitió un ejecutivo de una de las grandes empresas de consumo masivo. De ahí que, si bien no se prevé una baja drástica hacia fin de año, el Gobierno apunta ahora a que la inflación se acerque más al 3% para iniciar el próximo año con un indicador que empiece con 2, cifra que por ahora, sigue marcando el ritmo de devaluación mensual.