El insólito hecho sucedió en Bariloche, cuando a un joven el pasado sábado, le retuvieron la licencia después de dar alcoholemia positiva.
Al momento de presentarse a recuperarla, fue borracho. El joven tenía que realizar el examen práctico.
Según la prueba de alcoholemia realizada en el lugar, tenía 0,76 gramos de alcohol por litro de sangre. El joven habría salido la noche anterior y no tuvo reparos en presentarse bajo los efectos del alcohol.
Como resultado, los inspectores le negaron rendir el examen, le secuestraron el vehículo, diferente al que conducía en su primera infracción, y nuevamente le retuvieron la licencia.
Además, se destaca que por una primera infracción de alcoholemia, las sanciones incluyen una multa de $1.300.000 y el retiro de la licencia por un mínimo de dos meses. En casos de reincidencia, las penas se duplican, y el tiempo mínimo de retiro de la licencia se extiende a dos años, seis meses y un día.