



El caso que conmociona a Salta y debería mantenernos en alerta es el de Pastor Mamani, imputado por 13 casos de abuso sexual, dos de suma gravedad, espera su turno para ser juzgado. En sus incursiones, siempre en moto, acosaba a menores, en especial, a la salida de establecimiento escolares.
De la lista de hechos, a los cuales InformateSalta tuvo acceso, llama la atención la obsesión que el acusado, un cortador de pasto de 40 años, tenía con la condición sexual de sus víctimas, siendo las “vírgenes” su objetivo principal cuando salía de caza.
"Te quería hacer el amor....Vamos a mi casa te voy a presentar a mi otra virgencita"
En uno de los casos, el sexto en la lista de imputaciones en su contra, Mamani atacó a dos menores, de 11 y 8 años. Según la denuncia pena, radicada por la madre de las niñas, el 17 de abril de 2023, sus hijas se toparon con el abusador alrededor de las 13.15, en inmediaciones de la avenida Alfredo Palacios, en la zona sudoeste.
En su relato, las menores contaron que iban juntas, cuando al pasar por un descampado ubicado al lado de una concesionaria, el agresor las interceptó. Lo describieron como un hombre de tez morena, quien iba en una moto roja con ruedas grandes.
Llevaba puesto un casco rojo. El hombre, según dijeron las niñas, se detuvo y le dijo a la mayor de las nenas: “vos sos mi virgencita, vamos a mi casa que te voy a presentar a mi otra virgencita”, a lo que la niña le pidió que se vaya y no la moleste.
Fue más allá y, con una enorme hidalguía, le dijo que iba a llamar a la policía, a lo que Mamani, casi pasmado, respondió: “ha bueno me voy, yo te quería hacer el amor”, tras lo cual tomó muy fuerte de la mano a su hermanita y se fueron hasta la parada, mientras que su espalda, el acusado se quedó en las inmediaciones.
Al mes siguiente, el 5 de mayo del 2023, la policía registró otra aparición de este abusador serial, cuando otra madre se presentó en la Comisaría de barrio San Remo, para denunciar el abuso sufrido por su hija de 12 años, cuando había ido a realizar unas compras, en inmediaciones de las calles Scalabrini Ortiz y Mar Tirreno.
La menor reveló que, al dirigirse a un almacén, observó al acusado en actitud sospechosa, pero no le dio importancia. Al volver, el abusador, que se quedó a esperarla, la interceptó y le preguntó el paradero de una calle, circunstancias en que aprovechó para acercársele e impedirle el paso.
En seguida, comenzó a manosearla, sobre su ropa, en la parte de la vagina, tras lo cual se dio a la fuga a bordo de una motocicleta, de color rojo, siendo el agresor de contextura robusta, tez morena, con vestimenta una campera color verde y en su poder tenía un casco color rojo.
Pero uno de los caso más aberrantes que pesan sobre Mamani, es el ocurrido el 20 de marzo también de 2023. Una mama denunció en la Comisaría de barrio Limache la violación de su hija de 11 años, hecho que ocurrió a las 15.30, cuando la menor salió de la escuela “Bicentenario de Barrio Democracia”.
La víctima, según lo denunciado por su madre, caminaba hacia la parada de colectivo, en la avenida principal del barrio, a la altura de una “bloquera”, frente a un lavadero, lugar en la que el agresor la detuvo para preguntarle por una dirección.
Sin darle tiempo a responder, el abusador, que se movía en una motocicleta de grandes dimensiones y llevaba un yeso en uno de sus brazos, la tomó de la cintura uy la subió al rodado, llevándola hasta una calle que se encuentra detrás del lavadero, donde hay un descampado con las malezas altas.
En ese lugar, claramente elegido por el acusado para su ataque, le bajó el pantalón a la menor, para tocarle sus partes íntimas y posteriormente someterla sexualmente, circunstancias en la que la niña, que se resistió en todo momento, logró zafarse y salir corriendo hacia la calle, donde recibió la ayuda de un hombre que también se encontraba a bordo de una motocicleta.
Su salvador, la socorrió y la contuvo, para luego contactar por teléfono a la madre de la menor, tras revisare el cuaderno escolar de la misma, donde estaba el número. Al respecto, la mujer reveló que el motociclista le dijo que encontró a su hija llorando y pidiendo auxilio en un descampado cercano a la escuela.
Por teléfono, coordinaron un lugar para hacerle entrega de la menor, quien le contó que el acusado la había amenazado, diciéndole que, si decía algo, le iba a “cortar el cuello”.











