La historia de la Guardia Suiza del Vaticano

Sociedad25/04/2025
papa guardia suiza

Desde hace más de 500 años, la Guardia Suiza protege al Papa y al Vaticano. Con uniforme renacentista, lanzas largas y su postura impecable, el pequeño ejercito es un ícono de la Santa Sede. Su origen se remonta a 1506, cuando el papa Julio II convocó a soldados suizos para formar una guardia personal.

El 6 de mayo de 1527, durante el Saqueo de Roma, las tropas del emperador Carlos V atacaron la ciudad. En esa jornada, murieron 147 de los 189 guardias suizos mientras defendían al papa Clemente VII, quien logró escapar gracias al Passetto di Borgo, un pasaje secreto que une el Vaticano con el Castillo de Sant’Angelo. Ese acto de valentía sigue siendo recordado cada año en una ceremonia solemne, donde los nuevos reclutas juran fidelidad “hasta la muerte”.

La Guardia Suiza se compone hoy de 135 ciudadanos suizos. Para ingresar, deben cumplir varios requisitos: ser hombres solteros, católicos, tener entre 19 y 30 años, medir al menos 1,74 metros, haber realizado el servicio militar suizo y contar con formación profesional o universitaria. Además, deben comprometerse a mantener el celibato durante cinco años y tener una reputación intachable.

La misión principal de la Guardia Suiza es proteger al papa. Esto implica custodiar las cuatro puertas de entrada al Vaticano, vigilar lugares clave como la Basílica de San Pedro y acompañar al Sumo Pontífice en cada uno de sus viajes.

Durante el período de Sede Vacante, cuando aún no se ha elegido a su sucesor, continúan desempeñando su rol de protección, esta vez hacia el Colegio Cardenalicio. Es decir, su fidelidad no es sólo hacia una persona, sino hacia la institución papal en su conjunto.

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