



Se trata de la oficial Gimena Antonia Núñez, quien si bien había recibido una condena por falso testimonio habiéndosele impuesto una pena de dos años de prisión de ejecución condicional y cuatro años de inhabilitación especial. Había sido absuelta del delito de encubrimiento agravado, dándosele el beneficio de la duda.
Núñez intervino en la fase inicial posterior al hallazgo del cuerpo de Cintia en el año 2011, y según sus informes, se veía beneficiado el condenado Condorí.
Los jueces sostuvieron que se “minimizó la trascendencia de los elementos probatorios incorporados al debate, al fragmentar indebidamente su análisis e impedir una apreciación integral y contextualizada de la conducta de la imputada”.
También destacaron que “no se preservó debidamente el lugar del hecho, permitiendo la contaminación de elementos que pudieron haber resultado probatoriamente relevantes”.
Ahora con la revocación de la absolución dispuesta, también se ordenó que bajen las actuaciones para que se dicte un nuevo pronunciamiento conforme a derecho.








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