



En el marco del Plan Piloto de Oralidad, se llevó a cabo una audiencia flexible y multipropósito donde la fiscal penal especializada en Ciberdelincuencia, Sofía Cornejo, representó al Ministerio Público Fiscal en una causa por coacción agravada y amenazas anónimas.
El acusado, un hombre de 34 años, confesó su responsabilidad y, tras el acuerdo entre las partes, el juez Pablo Zerdán dictó una condena de 2 años de prisión condicional.
Además, deberá cumplir con varias reglas de conducta: hacer tratamiento psicológico por la naturaleza del hecho, no acercarse ni comunicarse con las víctimas por ningún medio, y quedará registrado en el Banco de Datos Genéticos.
Todo comenzó con la denuncia de una mujer, luego de que su hija menor recibiera mensajes de WhatsApp desde distintos números, donde le exigían material íntimo. Cuando la adolescente bloqueó esos contactos, los mensajes empezaron a llegar directamente a su madre, con amenazas contra ambas.
En un principio, se pensó que las amenazas venían de personas de un grupo rival del barrio donde viven. Pero a medida que avanzó la investigación, la fiscalía descubrió algo más perturbador: el autor de los mensajes era la propia pareja de la madre de la menor, quien terminó admitiendo que actuó por celos.
Una historia que mezcla acoso digital, manipulación y violencia, y que pone en foco la importancia de denunciar y actuar rápido ante cualquier tipo de amenaza virtual.










Se presentó oficialmente el Cuerpo Interdisciplinario de Asistencia a la Defensa Pública

















