Depravado violó a su vecina

A sabiendas de que su víctima, una joven estudiante de 36 años, se hallaba sola en su casa, en el barrio El Progreso, el primero de enero pasado, alrededor del mediodía, el sujeto saltó la tapia del fondo e irrumpió en su vivienda.

El agresor, identificado como E. R., alias “Cubi”, tomó por la fuerza a su vecina y la encerró en una de las habitaciones, en donde declaró su amor hacia la joven, quien sostuvo que lo conocía, pues vive al fondo de su casa.

“No grites, sino te voy a matar”, dijo el agresor, quien inmediatamente le confesó a su vecina que la amaba. “Yo te amo, no puedo más, quiero hacerte el amor”, dijo el sujeto, cuyas intenciones no fueron correspondidas, pues la joven le pidió que se marchara de inmediato de su casa.

Ante la negativa, el agresor insistió en su declaración de amor, tras lo cual sacó una “punta” y amenazó a la joven. Acto seguido, el atacante se desvistió por completo y con el arma en su mano obligó a la joven a que se desvistiera.

El sujeto insistió para tener relaciones sexuales con la joven, quien en un momento dado, y en busca de crear una excusa para escapar, le pidió que fueran hasta la habitación de su hermano en busca de un preservativo.

El depravado aceptó y cuanto estuvieron en dicho cuarto, sólo encontró un guante de látex, por lo que usó este implemento como preservativo. La joven, sin oportunidad de escapar, finalmente fue sometida sexualmente por su vecino, quien luego de abusar de la joven, la amenazó para que no lo denuncie y se marchó.

De inmediato, la víctima corrió hasta la casa de un familiar, a pocos metros, quienes al enterarse de lo sucedido, salieron a recorrer el barrio en busca del depravado, a quien lograron divisar en las márgenes del río Arias. De inmediato, y ante la presencia en el lugar de un patrullero policial, los familiares hicieron detener al atacante.

Según las actuaciones policiales, no se descarta que el sujeto haya actuado bajo los efectos de sustancias alucinógenas. También se reveló que en la casa de la joven se secuestro el guante de látex utilizado por el agresor, como así otras pruebas relevantes para la causa.