Mauricio Macri asistió al entierro de Martín Blaquier

No hubo necesidad de grandes discursos. Martín Juan Blaquier, muerto el jueves último por la noche en la habitación 155 del hotel Sheraton de Pilar de un disparo de escopeta calibre 12/70, fue despedido esta tarde en silencio por una multitud de familiares y amigos en el cementerio Jardín de Paz de Pilar tras una pequeña misa. En el cortejo, acompañado de su mujer, Juliana Awada, y un pequeño grupo de custodios, según relataron testigos a Infobae, estuvo quizás el más significativo de sus amigos: el presidente Mauricio Macri.

La muerte de Blaquier fue una nube negra para la clase patricia porteña. Hijo de una de las familias más poderosas del país, cabeza del gigante azucarero Ledesma y sobrino del patriarca Carlos Pedro Blaquier, Martín Juan integró la sociedad Argentina Gaming Group, que controlaba tres bingos, entre ellos el bingo Avellaneda, además de otras empresas.

Las participaciones por su muerte en la columna de avisos fúnebres de La Nación se preveían como algo masivo: amigos, parientes y compañeros de sus aficiones principales como el tenis y el golf con instituciones como el Golf Club Argentino lo despidieron con notas. Gianfranco Macri y su mujer, Eliane Badessich, destacaron: "Querido amigo, siempre te recordaremos por tus muchas virtudes". El consorcio de propietarios de su edificio de la calle Guido en Recoleta, la misma dirección que registró en el Sheraton de Pilar para tomar la habitación en la que perdió la vida, también publicó un aviso.

Sus tres hijos, Martín, Sofía y Celina -una adolescente, la única que todavía vivía con su padre-, estuvieron presentes. Lo mismo su esposa, Josefina Carlés, por quien pidió el empresario en la última nota que escribió y que fue encontrada con manchas de sangre al lado de su cuerpo. También, asistió quien fue su mejor amigo, el encargado de descubrir su cadáver en el Sheraton Pilar, a quien contactó poco antes de morir: su primo hermano Miguel Blaquier. Mientras tanto, el fiscal del caso, Leonardo Loiterstein, de la UFI N°2 de Pilar, avanza con la pesquisa. Por lo pronto, la muerte de Blaquier ya tiene una carátula: suicidio.

Loiterstein, afirman fuentes cercanas a la pesquisa, no tiene elementos para considerar la muerte de Blaquier como un asesinato. La puerta de la habitación, con sistema de tarjeta electrónica, por ejemplo, no fue forzada ni abierta desde que el empresario ingresó. ¿Por qué murió? Esa fue la pregunta clave en su entierro hoy en el Jardín de Paz. Un íntimo del entorno de los Blaquier apunta: "Es la pregunta que todos se hacen. Podría haber sido una depresión, un calvario psicológico. Pero nadie percibía qué pasaba claramente. A todos parece haberlos tomado por sorpresa". Loiterstein, por su parte, a más de 48 del hecho no tiene motivos claros.

¿Fue por dinero? Infobae pudo ver su situación crediticia: no había ningún problema significativo. El forense que practicó su autopsia confirmó ante Loiterstein que no había ningún rastro de enfermedad. Por lo pronto, el fiscal citará la semana próxima, adelantaron fuentes de la investigación, a la viuda de Blaquier, a su primo Martín, que fue el primero en declarar en la causa, y a su primo Gastón, a quien le pidió prestada la escopeta Benelli semiautomática que le costó la vida.

En cuanto a pericias, espera resultados de un test de barrido electrónico sobre tejido de las manos del empresario para hallar rastros de pólvora y examinará en un laboratorio de la Procuración bonaerense en Munro una muestra de su sangre en busca de rastros de consumo de sustancias al momento de la muerte, entre otros factores.

Fuente: Infobae