Cura acusado: “Decía que los sacerdotes eran muy débiles y atacados por satanás”

Valeria, una de las denunciantes aseguró que el padre Rosa repetía constantemente que era débil y miserable y que les enseñaban a “justificarlo”.

Justicia 21/12/2016

Tras la aberrante denuncia de abusos sexuales en contra de los curas Agustín Rosa y Nicolás Parma,  ex integrantes del Instituto Religioso Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, que cumplían servicios en la iglesia de la Santa Cruz, Valeria una de las denunciantes rompió el silencio.

Dentro de la comunidad se decía que los sacerdotes eran muy débiles y eran atacados por Satanás, por la misión que tenían y más el padre Rosas, por la misión que tenía, él lo decía constantemente `soy muy débil, muy miserable´. Fuimos formados de esa manera”, declaró en una entrevista en FM Aries.

También dijo que todo comenzó con “chistes groseros y sexuales”, hasta que llegó a una situación de tocamientos que denunció en la fiscalía Penal.  

La mujer, que fue su mano derecha durante diez años, explicó que les enseñaban a justificarlo “por el tema de la diabetes, entonces había que comprenderlo, que no era con mala intención, entonces yo también aprendí como a justiciar lo que hacía”, sostuvo.

Según sus declaraciones todo comenzó en el 2005 cuando ella se enteró de abusos cometidos hacia otros hermanos, lo cual fue a denunciar a otro sacerdote que no le creyó y minimizó todo a un “chisme”.

Me pidió que le dé nombres, pero no le podía dar nombres porque los hermanos tampoco me los daban. El padre me dijo que era un chisme, una difamación, después se calmó y me dijo `si conoces alguno de estos casos, deciles que vengan a hablar conmigo´”, agregó.

Tras ser ella misma víctima de los abusos por parte del padre Rosa, Valeria aseguró que “de ser su mano derecha comencé a sentir rechazo hacia él y ahí comenzaron las habladurías,  se empieza a correr la voz de que yo estaba loca”, contó.

Desde que radicó la denuncia se animó a hablar y aseguró que hay más testigos de los abusos que van a comenzar a declarar ante la fiscal Luján Sodero, quien investiga el caso. También aseguró que si bien no tiene pruebas cree “que hay sacerdotes que sí sabían de las conductas de Rosa y se callaron la boca. No les puedo explicar cómo han tapado”.

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