Feriantes preocupados por el freno a las importaciones de ropa usada
Las conocidas “ferias americanas” son una realidad en todo el país y una importante fuente de ingreso para muchas familias. Sin embargo, el Gobierno Nacional emitió un decreto para frenar el ingreso de ropa usada. Feriantes temen perder su trabajo.
La ley 7700 es la que regula el trabajo de las ferias americanas en Salta, a lo largo de los últimos años quienes se dedican a esta actividad la han ido incorporando y han reestructurado su actividad en base a los requerimientos de la misma.
Las ferias americanas, donde es sabido que uno puede adquirir ropa usada o nueva a bajo precio se han instalado, cuanto menos, en todas las provincias como una salida a la falta de trabajo.
Recientemente el Gobierno Nacional emitió un decreto que pondría en jaque la continuidad de éstas ferias ya que prohibiría por cinco años el ingreso de bolsones de ropa usada proveniente de otros países.
“Muchos trabajadores quedaríamos sin fuente de ingreso, nosotros queremos trabajar. Son cientos de personas y familias que están peleando a la pobreza, la mala alimentación, la educación de sus hijos”, sostuvo Hilda Silva, representante de la Cooperativa Saladita Salteña en diálogo con InformateSalta.
Los galpones con mesones llenos de ropa se han extendido a casi la totalidad de los barrios Salteños, ofreciendo todo tipo vestimenta.
“Es nuestra forma de ingreso para mantener a las familias. Nosotros estamos inscriptos como monotributistas, estamos aportando a la AFIP, son cuestiones que nos han impuesto y estamos tratando de cumplir. Lo único que nos estaría faltando es que la ropa sea legal”, sostuvo la feriante.
Hilda consideró que las ferias son beneficiosas tanto para los feriantes como para los vecinos en general ya que ofrecen prendas a muy buen precio para quienes no pueden acceder a prendas de marcas y muy costosas. “Es una alternativa que beneficia al pueblo. Una campera que nosotros vendemos a $300 en un shopping la venden a $3000”, dijo.
Con respecto a la procedencia de las prendas que comercializa, Hilda sostuvo: “Nosotros traemos de Perico, Jujuy. La mercadería ingresa de los países del norte de América. No es ropa de donación, es ropa que las marcas no las venden, son prendas que entregan a cambio de impuestos, entonces eso se manda por barcos a los países más bajos. Esto también implica un gasto de envío y de transporte. Entonces las prendas adquieren un precio. Nosotros somos los últimos a los que les llega, regateamos uno o dos bolsones para vender”.
Actualmente la Saladita Salteña nuclea a 70 feriantes. “Hay muchas otras ferias, son puestos instalados dentro de un predio como nos exige el gobierno. En todo este tiempo hemos cumplido no que nos pidieron, hacemos un gran esfuerzo porque queremos trabajar, pagamos servicios, seguros, alquiler. Entendemos que todo es en beneficios de nosotros, pero no queremos perder la fuente de trabajo”, manifestó la mujer a InformateSalta.