Ferias americanas

A partir de la disposición municipal las ferias barriales no trabajarán durante otros días más como medida preventiva ante la pandemia, pero no incluye a las de venta de ropa, que funcionan en predios cerrados y con sus protocolos.

Hilda Silva, representante de los feriantes de “La Saladita” solicitó al gobierno ser tenidos en cuenta para ser exceptuados dentro de la administración de la cuarentena. Aducen tener una deuda de más de 140 mil pesos, sin capacidad de generar ingresos para pagarla.

A diferencia de las conocidas y conflictivas “ferias americanas”, donde uno puede comprar ropa usada, en el “trueque” se intercambian productos, sin la mediación del dinero. En la biblioteca del barrio Pablo Saravia se realizan todos los martes a partir de las 14 horas.

Las conocidas “ferias americanas” son una realidad en todo el país y una importante fuente de ingreso para muchas familias. Sin embargo, el Gobierno Nacional emitió un decreto para frenar el ingreso de ropa usada. Feriantes temen perder su trabajo.

Los productos suelen ser una de las principales demanda de quienes revenden en el país.

Es lo que un vecino logró retratar a través de dos fotografías de un puesto de venta informal en la ciudad. Desde la Policía confirmaron que los uniformes sólo se pueden adquirir en locales habilitados para este fin.

Mario Pastrana, presidente de la feria americana “La Sureste”, de barrio Morosini, se quejó por la falta de diálogo del municipio. Dijo que se sienten perseguidos y amenazó con volver al espacio público.

La feria de Barrio Solidaridad cuenta con más de 600 puestos. Personal, que dice ser de la Municipalidad, cobra a cada uno de ellos $30 diarios por el lugar que ocupan. Esto ¿está permitido?