El riesgo de los anteojos de sol "truchos": “Es preferible no usarlos"
Con la llegada del verano y el aumento de la exposición solar, el uso de anteojos de sol se vuelve casi obligatorio. Sin embargo, no todos protegen de la misma manera. Los lentes sin filtro ultravioleta (UV), conocidos popularmente como “truchos”, pueden provocar daños graves y, en algunos casos, irreversibles en los ojos.
En diálogo con InformateSalta, el oftalmólogo Dr. Martín Arroyo advirtió que la radiación ultravioleta es especialmente riesgosa en regiones como Salta, donde la altura sobre el nivel del mar incrementa la intensidad de los rayos solares. “Mientras más cerca estemos del sol, mayor es el riesgo de sufrir lesiones oculares”, explicó.
“Mientras más cerca estemos del sol, mayor es el riesgo de sufrir lesiones oculares”
Entre las afecciones más frecuentes se encuentran lesiones superficiales como la queratitis, una inflamación de la córnea provocada por la exposición al sol sin protección adecuada. Pero el problema no termina allí: el daño también puede ser acumulativo y manifestarse a largo plazo. “El ojo funciona como un sistema óptico que concentra la radiación en la retina, especialmente en la mácula. Con el tiempo, esto puede generar maculopatías que afectan la visión central”, señaló Arroyo.
Uno de los principales peligros de los lentes oscuros sin filtro UV es que generan una falsa sensación de protección. Al oscurecer el entorno, la pupila se dilata y permite el ingreso de una mayor cantidad de radiación ultravioleta al ojo. “En muchos casos, es peor usarlos que no usar nada”, remarcó el especialista.
El médico también mencionó patologías frecuentes como el pterigión, conocido popularmente como “carnosidad”, un crecimiento anormal del tejido ocular vinculado directamente a la radiación solar. Este tipo de lesiones se observa con mayor frecuencia en personas que trabajan al aire libre o están expuestas al reflejo del sol en superficies como el agua o la nieve.
“Es preferible no usar anteojos antes que usar lentes sin protección UV
Respecto a cómo identificar si unos lentes son seguros, Arroyo explicó que el filtro UV es invisible al ojo humano y no depende del color ni de la oscuridad del lente. “Existen anteojos claros con excelente protección y otros muy oscuros que no filtran nada. La clave es que estén correctamente certificados y especifiquen el filtro UV, como UV 400”, indicó. Si bien los especialistas cuentan con equipos para medir la protección real de los lentes, esta posibilidad no está al alcance del público general.
Finalmente, el oftalmólogo fue contundente: “Es preferible no usar anteojos antes que usar lentes sin protección UV. La salud visual también es salud, y muchas de estas lesiones pueden evitarse con información y prevención”.
En un contexto de alta exposición solar y consumo masivo de productos sin control, la recomendación es clara: elegir anteojos homologados, adquiridos en ópticas habilitadas, y no dejarse llevar solo por la estética o el precio. La vista, una vez dañada, no siempre se recupera.