Revelan escalofriantes detalles del crimen de Andrea Neri

“Chirete” Herrera le asestó 36 puntazos en el cuello, tras ver una imagen de Facebook en la cual, su pareja aparecía junto a otro sujeto. Sostuvo que cualquier interno puede tener un arma y un celular. Podría recibir prisión perpetua.

Justicia09/05/2017

El viernes pasado, la fiscalía remitió al Juzgado de Garantías 4 el pedido de juicio contra Gabriel “Chirete” Herrera por el delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y femicidio, delito por el cual el convicto, quien purga ya una condena por el asesinato de una ex mujer durante una visita privada, podría recibir una sentencia de prisión perpetua.

El móvil del asesinato fue reconocido por el convicto, quien dijo que le reclamó por una imagen publicada en una cuenta de la red social de Facebook en la cual, según sostuvo Herrera, su pareja aparecía junto a otro sujeto.

En su declaración, aseguró que esta imagen se la mostró un compañero de celda, quien al referirse al asunto negó haberle mostrado la imagen aludida desde su teléfono celular, como así también rechazó ser la persona que le proveyó el arma homicida a Herrera, una gubia de la carpintería.

El arma homicida

El compañero de celda de Herrera reconoció que cualquier interno “puede tener” una arma así. “Un interno puede comprar una gubia de otro pabellón, como así también cualquier otra clase de herramientas y se las paga con azúcar o yerba”. También brindó precisiones sobre otras irregularidades dentro del penal, entre ellas la obtención de teléfonos celulares.

Los teléfonos celulares se consiguen en la cárcel, se consigue lo que uno quiera”, afirmó e incluso reveló que junto a Herrera eran los únicos que tenían estos aparatos en la celda 372, aunque aclaró que al suyo se lo quitaron hace un año y que sólo “Chirete” tenía uno.

Según surge del requerimiento, la circulación de esta supuesta foto de Neri con otro sujeto fue el detonante que llevó a Herrera a estar “determinado” a terminar con la vida de su pareja en ese entonces, lo que sucedió el 5 de enero pasado cuando la víctima, junto al hijo de ambos de dos meses, fueron a visitarlo al penal.

Herrera dijo que Neri no sólo reconoció que estaba de novia con el muchacho de la supuesta foto, sino también que el hijo que tenía en brazos no era suyo.

Móvil del crimen

Ya de nuevo en la celda, Herrera declaró que la discusión por la supuesta infidelidad seguía y que Neri se burlaba de él, tras lo cual la tomó del cuello y comenzó a darle puntazos con la gubia que había conseguido para poder concretar el brutal homicidio en su propia celda. “Entren a ver la he matado porque me carnereaba” y “ya se acabó la carnereada”, fueron algunas de las frases que, según los guardias, vociferó Herrera.

El fiscal señaló que Herrera la atacó primero mediante golpes de puño en su rostro y luego salvajemente dándole múltiples heridas con un arma blanca, siendo las de mayor gravedad las que le asestó en la zona del cuello”.

Sobre las lesiones, el fiscal agregó el reporte forense del CIF, en el cual se señalan alrededor de 40 heridas, de las cuales 36 corresponden a la zona del cuello, 17 en cara lateral izquierda y 19 en cara lateral derecha, lo cual evidencia el grado de salvajismo puesto de manifiesto por Herrera al ejecutar el asesinato de Neri.

 

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