Bodegueros salteños compararon el impuesto al vino con la Resolución 125

El presidente de Bodegas de Salta, Osvaldo Domingo, vaticinó que la medida podría afectar la creación de fuentes de trabajo y reducir las inversiones en el sector. "Hoy la vitivinicultura está en una situación difícil," dijo.

Política02/11/2017

Los bodegueros de Cafayate no ocultan su furia con el proyecto de reforma tributaria propuesta por el Gobierno Nacional, que incluye la aplicación de un 10% de Impuestos Internos para el vino, que actualmente no tributa, y de un 17% para los vinos espumantes y champagne.

 “Para mí esto es como una Resolución 125 para la vitivinicultura,” aseguró  a InSalta Osvaldo Domingo, presidente de Bodegas de Salta, organización que agrupa a los principales establecimientos productores de la provincia.

El dirigente no dudó en afirmar que “poner un impuesto del 10 al 17% de un día para el otro es un golpe duro, que va en contra del espíritu proclamado por el Gobierno para esta reforma tributaria; que es crear trabajo y promover inversiones. Se trata de normas que se planifican mirando hacia el puerto y no hacia la cordillera de los Andes; y eso nos perjudica seriamente”, advirtió.

Osvaldo Domingo, presidente de Bodegas de Salta

En este sentido, explicó que “hoy la vitivinicultura está en una situación difícil. Por los aumentos de los costos, el último año tuvimos una caída del 18% en la venta de vinos. Ahora, con este impuesto nos quedan dos opciones: pasar el impuesto al precio, y eso significa que bajen más las ventas; o pasarlo a costos, y eso va hará que el hilo se corte por lo más fino, o sea que habrá menor creación de mano de obra. Realmente estamos muy preocupados”.

 “Esperamos que se pueda opinar y que se encuentre la mejor solución para evitar esto. Creo que estamos retrocediendo años; pero esperamos poder lograr el diálogo del que siempre habla el Presidente. Estamos muy molestos y preocupados. Nos gustaría haber sido consultados, pero no fue así”, se quejó.

Finalmente,  sostuvo que “estamos en desacuerdo con el proyecto hasta desde lo conceptual. Por ley nacional, el vino argentino es un alimento.  Pero los conceptos del ministro hablan de que el vino es dañino para la salud. Esto es un error y hasta un contrasentido con las acciones del propio Gobierno, que invierte dinero en las campañas de promoción del vino argentino. Se está equiparando al vino con otras bebidas que tienen altos niveles de alcohol, y eso es un error: el vino es salud. Desde ahí estamos mal”, concluyó.

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